Fenómeno audiovisual

‘Xtremo’: así es la película española de katanas y yakuzas que triunfa en Netflix

El filme de Daniel Benmayor, situado entre los más vistos de la plataforma en todo el mundo, relata una historia de venganza ambientada en Barcelona, y es fruto del quimérico empeño del experto en artes marciales Teo García desde 2003

Teo García, en un fotograma de 'Xtremo'

Teo García, en un fotograma de 'Xtremo' / Netflix / Quim Vives

Julián García

Julián García

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Obsesionado desde niño con ‘Operación Dragón’, película que probablemente vio “cientos, miles de veces”, y fascinado por la valerosa figura de John Rambo, que le alentó para alistarse en los Boinas Verdes, el experto en artes marciales Teo García decidió en 2003 embarcarse en una aventura del todo insensata: hacer la primera película de acción 100% española, inspirada en el cine de mamporros y patadas voladoras de sus ídolos Bruce Lee, Jean-Claude Van Damme o Sylvester Stallone. “Era un sueño, y en ese momento era algo que parecía imposible. Pero los sueños, a veces, se acaban haciendo realidad”, expresa García. Tiene razón el carismático karateca, pues aquella ilusión en VHS es hoy, 18 años después, una de las cuatro películas de Netflix más vistas en todo el mundo, ‘Xtremo’, una desenfrenada e hipervitaminada exaltación del cine de acción ambientada en Barcelona que protagoniza el propio García a modo de dolorido antihéroe a lo Van Damme.

‘Xtremo’ es un relato de venganza de acción directa, expeditivo como un puntapié en la cara, en el que García se enfrenta a su antiguo jefe, Lucero, un cruel mafioso barcelonés (Oscar Jaenada) educado por la yakuza japonesa que años atrás había matado a su hijo. La sucesión de escenas de combate, a pelo, con katanas, con puñales, con radiales e, incluso, con alcayatas, convierte el filme, dirigido por Daniel Benmayor, en un jubiloso festival de cates y patadas que, más allá de la indiscutible personalidad propia de sus coreografías, diseñadas por Genaro Rodríguez, evoca tanto a la explosiva saga ‘John Wick’ como a modélicas muestras de cine de acción oriental como ‘La villana’ (Jung Byung-gil, 2017) o ‘The night comes for us’ (Timo Tjahjanto, 2018). 

“Hacer la primera película española de acción pura, de acción sin descanso, ha sido un reto, por no decir una aventura, porque históricamente ha sido un género muy poco explotado en películas de habla hispana”, explica Daniel Benmayor. No le falta razón, puesto que, a pesar de la práctica masiva de las artes marciales en España y del indiscutible interés del público por el género y sus acrobáticas luchas, el listado de títulos hechos aquí se reduce a propuestas paródicas, cuando no marginales, como ‘Los Kalatrava contra el imperio del kárate’ (Manuel Esteva, 1974), ‘Veredicto implacable’ (Mariano Ozores, 1987) o ‘Karate a muerte en Torremolinos’ (Pablo Temboury, 2003). “Imagino que, hasta ahora, los productores consideraban que hacer este tipo de películas era demasiado arriesgado, demasiado difícil, y por eso no hay tradición. Pero creo que ahora hemos demostrado no solo que se puede hacer, y bien, sino que puede interesar y gustar a la gente”, comenta Benmayor, impresionado por el hecho de que, desde su estreno en Netflix el pasado día 4 de junio, ‘Xtremo’ haya sido capaz de batir a ‘blockbusters’ de talla XXL como ‘Ejército de los muertos’, de Zack Snyder, y llegar a ser, incluso, número uno del mundo

Barcelona, un personaje más

El filme transcurre en su totalidad en Barcelona. De hecho, el inicio es sencillamente imponente, con un plano aéreo nocturno (rodado en helicóptero) que vuela desde el Tibidabo hasta el litoral cruzando todo el Eixample. Las localizaciones tampoco se andan con chiquitas: la Sagrada Família, la Catedral, incluso la (añorada) sala Razzmatazz o el Mercat del Peix de Mercabarna, donde tiene lugar el primer y épico combate a muerte entre los secuaces de Lucero y una banda de traficantes colombianos. “Barcelona es un personaje más de la película. Para nosotros, que todos somos de la ciudad, era imprescindible que así fuera. Barcelona es un valor de producción muy grande, así que no había duda”, apunta Benmayor. Por cierto: en una escena de trapicheos de droga suena el ‘Milionària’ de Rosalía y su icónico “fucking money man”. “¿Acaso hay algo más barcelonés que Rosalia?”, se pregunta, sonriente, Benmayor.

Daniel Benmayor, director de 'Xtremo'

Daniel Benmayor, director de 'Xtremo' / Martí Fradera

De la Vall d'Aran a Japón

El proyecto de ‘Xtremo’, como decíamos antes, viene de lejos. De hecho, la quimérica peripecia de García para tirarlo adelante merecería su propia ficción. Sin antecedentes familiares en las artes marciales, sintió desde niño la llamada del tatami, seguramente por aquellos obsesivos visionados de las películas de Bruce Lee. Se apuntó a una escuela karate en Vielha, en la Vall d’Aran, donde su familia se había trasladado desde su Granada natal. El niño era realmente bueno, y su carrera parecía imparable, hasta el punto de trasladarse a Japón para entrenarse con el legendario maestro ninja Hatsumi-sensei y convertirse con solo 17 años en el maestro con el quinto dan más joven del mundo.

Luego, tras ver ‘Acorralado’ y quedar “alucinado con John Rambo”, se alistaría en los Boinas Verdes: “Era cine sobre gente muy dura, así que quise entrar en ese mundo de lo más duro y disciplinado”. Durante sus años en las fuerzas armadas, García enseñó artes marciales, pero el gusanillo del cine nunca le abandonó: “Yo es que quería ser como Bruce Lee, capaz de pelear y hacer películas. Y poder hacerlo aquí, en España. Porque no había precedentes. Todos los referentes eran extranjeros”.

En 2005, el luchador había rodado algunos cortos caseros a modo de ‘demo’ de lo que debía ser ‘Xtremo’. Un día abordó a Óscar Jaenada y al carismático actor le interesó tanto la propuesta que nunca ya se desvincularía de ella. Se animaron a filmar un corto de 15 minutos, una especie de ‘teaser’ en el que participaba también el actor porno Nacho Vidal, y lo presentaron en el Festival de Sitges de 2006, donde se lo enseñaron a Guillermo del Toro, que ese año abría el certamen con ‘El laberinto del fauno’. “Le encantó, en serio”, afirma el karateca, que recuerda los euforizantes episodios que vivieron en Sitges, en especial “una especie de ‘première’ del corto con Ferraris y cosas así, un poco a lo ‘Fast & furious’”.

Teo García, protagonista de 'Xtremo'

Teo García, protagonista de 'Xtremo' / El Periódico

El proyecto, sin embargo, quedó estancado. “Si hice 100 llamadas, no conseguí más que 100 ‘noes’. Pero no renuncié, porque era un sueño de motivación y superación”, explica García, que durante estos años, y aprovechando sus viajes para exhibiciones de artes marciales, coincidió con Van Damme y Arnold Schwarzenegger, a los que explicó su proyecto. “Escuchabas que les interesaba, y les dejabas una tarjeta. Y esperabas que quizá te pudieran ayudar. Pero nunca salía nada”.

Desaliento y gloria

García estaba a punto de tirar la toalla, desalentado, cuando, mientras desayunaba en el puesto de helados de su padre en Mataró, decidió contactar con el productor Vicente Canales. “Vio un filón: cine de acción pura hecho en España”. En efecto: si en los 90 el cine de terror español disponía de un sello de calidad altamente exportable, ¿por qué no probar hoy lo mismo con la acción más desacomplejada? Canales conocía a Daniel Benmayor de la época en que este dirigió ‘Bruc, el desafío’ (2010), y le propuso lanzarse con él a la aventura. “No lo dudé. Era todo un reto, y yo soy muy de retos. Lo vi claro”, recuerda hoy el director barcelonés. El último peldaño, el definitivo, lo superaron cuando Netflix decidió apostar firmemente por la propuesta. El resto, como suele decirse, ya es historia. “Realmente es bonito poder luchar por tus sueños”, sentencia García.

Es bastante probable que ‘Xtremo’ tenga una secuela. El final del filme disemina las suficientes semillas como para pensar que, si a Netflix le parece buena idea, haya una nueva entrega. “No sabemos todavía los planes de la plataforma. Esto siempre es un misterio. Pero es gente que sabe lo que hace; no toman ninguna decisión a la ligera”, sostiene Benmayor, reputado director de publicidad más allá del cine de ficción. “Yo, vamos, ya te digo que si hay segunda parte, lo voy a dar todo. En esta primera he estado más contenido, con mucha responsabilidad a mis espaldas. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero esta… va a ser la hostia. Lo va a batir todo”, asegura García con el entusiasmo contagioso del que nunca se ha dejado nada adentro.

El éxito (en Netflix) del cine de género español

“¿Qué por qué creo que la película ha triunfado en todo el mundo?” Benmayor se para a pensar unos segundos. “Todo el mundo cree tener la clave del éxito, pero nadie la tiene, en realidad. Nosotros cuando hicimos la película jamás pensamos que llegaríamos a ser número uno del mundo. En nuestro caso, creo que ha gustado porque la acción, las artes marciales, es un género que suele gustar a mucha gente. La acción, visualmente, habla por sí sola. Da igual la lengua en que se hable”, relata el director, consciente de que las tres películas españolas que han reventado los audímetros (virtuales) de Netflix en estos últimos años son tres valientes muestras de cine de género hechas aquí, ‘El hoyo (Galder Gaztelu-Urrutia, 2019), ‘Bajocero’ (Lluís Quílez, 2020) y, ahora, ‘Xtremo’. “Y siendo como son películas tan distintas, porque una es de terror abstracto, otra es un ‘thriller’ y esta es acción pura”.

Suscríbete para seguir leyendo