Festival de Málaga

'Destello bravío': naturalismo onírico en la España vacía

La directora extremeña Ainhoa Rodríguez apuesta por una mezcla explosiva entre realismo y psicodélica en una de las óperas primas más originales del año en la que se retrata la desaparición de los pueblos y el empoderamiento femenino en el entorno rural.

Destello bravío

Destello bravío / Carlos Diaz Martin

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

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Un pueblo suspendido en el tiempo donde solo quedan personas mayores que se aferran a su modo de vida. Por la noche se encienden luces misteriosas y lisérgicas que nos adentran en un territorio mágico y sobrenatural. Las mujeres, hartas de la tradición heteropatrical, se liberan en meriendas que, entre bollos y licores, despiertan su sexualidad. 

Entre esos elementos que nos llevan de lo cotidiano al surrealismo, de lo bizarro a lo poético, se mueve la ópera prima de Ainhoa Rodríguez, 'Destello bravío', una de esas películas que funcionan como un objeto no identificado en nuestro panorama cinematográfico y que nos embarga con su extrañeza y su singularidad. 

La directora, que es extremeña, pasó un tiempo viviendo en la comunidad que retrata para empaparse de su idiosincrasia. Se convirtió en una vecina más y fue creando vínculos con sus gentes. Escribió un guion abierto, con millones de ideas, con un sinfín de hilos argumentales para configurar su propuesta 'onírico-naturalista' a medio camino entre Luis Buñuel y David Lynch

"La cotidianidad y la transgresión de la cotidianidad está en el ADN español. Yo quería plasmar las raíces como un elemento emocional, pero al mismo tiempo imbricarlo con las leyendas, los sueños”, cuenta Ainhoa Rodríguez tras presentar la película en la Sección Oficial del Festival de Málaga. 

‘Destello bravío’ mezcla el documental observacional, con la ficción y también con la fantasía. Está compuesta por una serie de breves estampas que nos introducen a los personajes y los espacios que habitan para pasar en un abrir y cerrar de ojos desde lo cómico a lo oscuro, de lo absurdo a lo atávico, de lo sugerente a la pulsión más primitiva. 

Mujeres invisibilizadas

Pero hay dos elementos que se convierten en fundamentales en la película: el hecho de reivindicar el pueblo como lugar olvidado dentro del sistema capitalista, y por supuesto las mujeres y la necesidad de darles una voz dentro de un entorno que siempre ha estado contado desde la mirada masculina. "Aunque no sea una película política, elegir a mujeres maduras que están invisibilizadas es colocarte en un lugar. Quería elegir seres humanos con cuerpos que no fueran normativos, paisajes que no salieran en el cine español, acentos que estén fuera de la órbita. Rodar donde no pasa nada, fuera del ruido. Para mí eso forma parte de una idea y de una estética”, continúa la directora. 

Una de las escenas más icónicas de la película nos muestra a un grupo de 'señoras' que comienzan a erotizarse, a tocarse, a explorarse. Rodríguez piensa que el cine ha vetado esta realidad y que si no se habla de la sexualidad de las mujeres mayores parece que no exista. "No es una reivindicación, es una realidad que está delante y que parece querer silenciarse". 

¿Y qué es 'Destello bravío'? Una de las protagonistas registra con una grabadora de voz todo lo que ocurre a su alrededor. Lo hace para que no se pierda la memoria. "Va a pasar un destello bravo, bravío, que nos va a borrar del mapa", comenta. La muerte como idea física, pero también metafórica, de un lugar a punto de desaparecer de la faz de la tierra. "Destello como algo mágico, y bravío como el torito. La psicodelia y lo tradicional, las jotas y lo experimental".