Opinión | Periféricos y consumibles

Javier García Rodríguez

Javier García Rodríguez

Escritor y profesor de Literatura Comparada en la Universidad de Oviedo

'Fake news': que viene el lobo

Establo de cabras de Pedro de Playmobil

Establo de cabras de Pedro de Playmobil / El Periódico

El inventor de las 'fake news' fue Pedro Sin Más. No (san) Pedro pescador primero de peces y luego de almas (“Túúúú has venido a la orilla”) que negó tres veces antes de que cantara el gallo, ni el pastor Pedro amiguito de Heidi que se dedicaba a hablar con las cabrillas alpinas, ni Pedro Pan provocando malentendidos con su edad, ni Pedro Sánchez hablando de su gobierno de 'koalacción', ni Pedro Picapiedra con su ¡Yabadabadú!, ni Pedro Salinas con su voz debida a un amor poco fiel y muy incendiado, ni Pedro Parker enredándose en su tela de araña, ni Pedro Páramo con todos sus muertos a cuestas, ni Pedro Abelardo con sus silogismos y sus diatribas, ni Pedro Calderón de la Barca con sus vidas y sus sueños, ni Pedro Delgado dándole vueltas a todo, ni Pedro del Hierro y sus camisas de fuerza, ni Pedro Navaja con su diente de oro que iba alumbrando toa’ la avenida (“si naciste pa’ martillo, del cielo te caen los clavos”), ni Pedro Almodóvar deshojando la flor de su secreto, ni Pedro Ruiz con el Libro Gordo de Petete, ni Pedro Gimferrer cuando proclamó que “tiene el mar su mecánica como el amor sus símbolos”. El inventor de las 'fake news' fue Pedro Sin Más, el del lobo feroz

Las 'fake news' nacieron del aburrimiento y la ruindad de uno, y de la buena voluntad y la credulidad de muchos. Pedro, un diablillo por lo que parece, se aburría cuidando las ovejas y los corderos y los lechales que luegose habían de preparar al horno de leña o a la estaca (cosas ambas que merecía el tontolaba de Pedro: leña y estaca), y, como buen diablillo aburrido, se puso a matar moscas con el rabo. Dos veces subieron los vecinos a ayudar a Pedro, el embustero, el bobo feroz. Y dos veces se rio in their face. A la tercera fue la vencida, ya saben: lobo vino, Pedro llamó, lobo mató ovejas, vecinos no subieron al monte, lobo mató más ovejas. Aquí la moraleja (que no es solo una urbanización).

Yo soy Pedro y sobre esta piedra -pómez- edificaré mi iglesia, se dice a sí mismo, porque es muy ufano (acepción 1 del DLE) y nada ufano le es ajeno. Con mentiras que flotan en la superficie como caquitas de bebé en piscinas de urbanización. Creo que el tal Pedro-Sin-Más, el elegido, era un fan fatal de las ficciones fáciles que se figuraba a sí mismo como personaje de una 'escape room' montuna. Pero era solo un tipo mezquino mezcla de rambo de las retamas, fabulador aburrido y mentiroso compulsivo. En las redes, en el parlamento, en la caja del supermercado, en la puerta del colegio de los niños, en el gimnasio, en televisión, nos damos de bruces con este pedrosinmás esputando sin frenillo esta saliva falaz por su boquita. Cuidadín, que mancha más que el chapapote.  

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