Cristóbal Halffter, un músico fundamental

Nacido el 24 de marzo de 1930 en Madrid, era sobrino de los compositores Rodolfo y Ernesto Halffter e hijo de la pianista Felisa Giménez-Encina, su primera maestra. Después de una vida dedicada a la música desde diversos ámbitos pudo por fin estrenar su primera ópera con más de 70 años, una creación que subió al escenario del Teatro Real de Madrid con éxito de público y crítica: 'Don Quijote' (2000), con libreto de Andrés Amorós, en una producción de Herbert Wernicke y con su hijo, Pedro Halffter, en el podio. La obra también se montó en la Ópera de Kiel (Alemania) recibiendo entonces un nuevo encargo lírico, 'Lázaro'’ (2008), que también pudo verse en el Palau de la Música de Valencia. Kiel le encargó una segunda ópera, 'Die Schachnovelle' (2013), sobre una novela de Stefan Zweig.

Este trío operístico fue la culminación de una trayectoria en la que Halffter se interesó por todo tipo de formato, incluyendo música coral, de cámara, sinfónica y electrónica, llegando a recibir incluso un encargo de Naciones Unidas para estrenar una cantata, 'Yes, Speak Out, Yes' (1968), en el vigésimo aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. Considerado el representante más relevante de la generación del 51, se enfrentó a la reactivación de un panorama musical español desolador, lastrado por los conflictos bélicos.

Técnica de los anillos

Después de una primera etapa neoclásica en la que se identificó con el nacionalismo se interesó en la vanguardia abanderada por Berio, Dallapiccola o Boulez, experimentando nuevas sonoridades y formas de expresión, intentando "mediterraneizar el serialismo", coqueteando con el dodecafonismo y desarrollando su "técnica de los anillos" en la búsqueda de un lenguaje propio y profundamente español. Por su 'Concierto para piano y orquesta núm. 0' (1953) recibió el Premio Nacional de Música.

En paralelo, a partir de la década de 1970 realizó una importante carrera como director orquestal subiendo a los podios de conjuntos como la Filarmónica de Berlín o la ONE en España, dirigiendo en Alemania, Francia, Suiza o Inglaterra.

Fue titular de la cátedra de composición del Conservatorio de Madrid, que también dirigió. Allí se formó con Conrado del Campo en piano, armonía y composición, para perfeccionarse más tarde con Alexander Tansman y André Jolivet. A finales de los 80 ocupó la cátedra de Composición del Conservatorio de Berna y la de los Cursos de Música Contemporánea de Darmstadt. Presidió la sección española de la Sociedad para la Música Contemporánea y era miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, de la Akademie der Künste de Berlín y de la Academia Europea de Ciencias, Artes y Letras de París. Poseía la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y el doctorado Honoris Causa por la Universidad de León y por la Complutense de Madrid. Entre sus galardones se contaban el Premio Fundación Guerrero de Música Española o el Premio Europeo de Composición.