Estrenos de cine

Crítica de 'Yalda, la noche del perdón': un plató de televisión como corte judicial

El iraní Massoud Bakhshi pone de manifiesto las miserias del sistema de su país a través de la sátira revulsiva e incómoda

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Yalda. La noche del perdón'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Yalda. La noche del perdón'. /

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

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El circo mediático en nuestro país puede alcanzar cotas vergonzosas, pero lo que vemos en 'Yalda, la noche del perdón' entra en otra dimensión todavía más difícil de digerir. Imaginen un 'reality show' en el que se decide la vida o la muerte de una persona, un espectáculo de televisión alrededor del perdón o la aplicación de la ley de Talión, del 'ojo por ojo' a un condenado. Al parecer, eso pasa en Irán, o al menos pasaba hasta que el director Massoud Bakhshi (que ya fue vetado por su ópera prima, 'A respectable family') estrenó esta película en la que se pone de manifiesto las miserias del sistema de su país a través de la sátira revulsiva e incómoda.

Así, un plató de televisión, adornado con los colores de la noche de Yalda (una celebración islámica que marca el inicio del invierno), se convertirá en una corte procesal donde la audiencia formará parte del jurado condenatorio. Bakhshi además de jugar con el lenguaje de este tipo de programas en lo que lo importante es exprimir las miserias de los invitados y jugar con la frivolidad y el sensacionalismo, apuesta por una puesta en escena opresiva que poco a poco irá generando tensión y ansiedad atmosférica, tanto delante como detrás de las cámaras.

'Yalda, la noche del perdón', utiliza un mecanismo narrativo ágil y fresco (en las antípodas de la imagen que se pueda tener del cine iraní), introduce poderosas reflexiones en torno al orgullo y las diferencias de clase y sobre la indefensión de la mujer en una sociedad patriarcal represiva en la que el concepto de inocencia resulta trivial. Por eso, es película que se ve con impotencia y perplejidad.