La 'diada' más esperada

Sant Jordi también triunfa lejos del centro de Barcelona

Las zonas perimetradas de Sant Andreu y Poblenou permitieron disfrutar de la ilusión de un Sant Jordi normal pese a la limitación de aforo, las mascarillas y el hidroalcohólico

BARCELONA 23 04 2021 Dia de Sant Jordi  Ambiente en la plaza Orfila de Sant Andreu            FOTO  ALVARO MONGE

BARCELONA 23 04 2021 Dia de Sant Jordi Ambiente en la plaza Orfila de Sant Andreu FOTO ALVARO MONGE / Álvaro Monge

Marta Cervera

Marta Cervera

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Lejos del centro de Barcelona, en Sarrià, Sant Andreu y Poblenou, las librerías y floristerías disfrutaron de su día con una clientela entregada. Había ganas de 'diada', de recuperar cierta normalidad, aunque todo el mundo fuera con mascarilla, intentara respetar las distancias de seguridad y usara gel hidroalcohólico antes de dar un paseo por las zonas perimetradas previstas. Aglomeraciones hubo pocas en esas áreas con entrada controlada. Si se llenaban, la gente esperaba pacientemente su turno para hacer el 'tour', mucho más breve que cualquier paseo por La Rambla e infinitamente más esponjado. Nada que ver con ese agobio de otros años. Un Sant Jordi más cívico. Los libreros o voluntarios hasta tenían tiempo para departir con los lectores y hacer recomendaciones. Eso sí, imposible tener todos los títulos que les pedían.

En esa agradable zona que los vecinos de Poblenou llaman Parc de Llacuna -situado entre las calles Llacuna, Pallars, Pujades y la Rambla- el límite de aforo permitido es de 160 personas. Dentro no había empujones y se circulaba bien entre los puestos de flores y los de libros: dos de grandes superficies libreras y tres de barrio. Un señor preguntó por dos obras diferentes en la parada de Abacus, uno de ellos de poesía. No tenían ninguno. Si quería adquirirlos en Sant Jordi le recomendaban acudir a sus tiendas más cercanas: en la de Balmes tenían un volumen y en la de Fabra i Puig, otro. ¡Menuda cara puso!

Menos oferta

La oferta en los stands no podía ser la misma este año explicaba uno de los vendedores de Etcétera: "Hemos pasado de tener 20 metros a 9 y no podemos disponer de la misma cantidad de títulos que antes". Personas de todas las edades husmeaban entre las novedades editoriales expuestas. "Este año es mejor este año que el pasado", comenta alguien con ironía recordando el triste 23 de abril del 2020 en el que la fiesta, si la hubo, estuvo en los balcones.

En Poblenou, los más jóvenes miran curiosos los stands de La Petita y Mr.Brown. Esta última es un antiguo videoclub reconvertido en librería especializada en comic, manga y novela gráfica. Un poco más lejos de allí, en la Sala Beckett montaron su propio Sant Jordi para dar a conocer una colección de obras de autores teatrales estrenadas en sus escenarios en los últimos tiempos. Entre las primeras en llegar a la cita estaba Clàudia Cedó. La acompañaba su bebé Pepa que también firmaba, o lo intentaba, mientras ella dedicaba ejemplares de 'Una gossa en un descampat', un éxito del 2018. También acudieron Marta Buchaca, Cristina Clemente, Marc Crehuet, Anna Llopart, Sergi Pomermayer y Oriol Puig. El 'cupaire' David Fernández y el poeta David Caño también estaban. Dedicaron el disco libro en recuerdo del añorado Ovidi Montllor que incluye el concierto realizado con Ovidi4 en la Beckett.

Terrazas y cañas

La vecina Rambla de Poblenou estaba mucho más tranquila que otros años. Solo había una parada de frente a una librería. Nada que ver con el movimiento de otros años. Este 2021 las terrazas ganaban por goleada a los tradicionales puestos. Abundaban las cañas.

En Sant Andreu la gente también aprovechaba las terrazas. Pero allí, lo primero que más llamaba la atención a primera hora de la tarde eran las largas colas ante las floristerías. Hasta 40 personas esperaban pacientemente para adquirir la ansiada rosa. En cambio, las paradas de libros de la plaza Orfila, perimetrada, vallada y con todas las medidas de seguridad, aparecía bastante más tranquila que por la mañana. La cola en el puesto de rosas solidarias (Cruz Roja) también tiene menos clientes esperando que las tiendas del barrio. ¿Será por el precio? A 10 euros la flor, hay que creer en la causa.

Autores como Marta Orriols y Paula Bonet, Eva Baltasar y Guillem Sala acudieron a esa zona de Sant Andreu invitados por La Tribu, librería surgida hace dos años, la única independiente con puesto en la plaza. "Nos viene gente con un gusto literario desarrollado, no buscan el libro ganador de un premio", comenta Marc Pons en un momento de cierta calma. Se le ve feliz. "Es un Sant Jordi normal entre comillas", dice mirando las vallas colocadas en la pequeña plaza Orfila para controlar el aforo. El máximo permitido es de 73 personas, lo que ha provocado colas considerables. "Hay una ilusión de normalidad y ganas de salir a la calle a celebrar Sant Jordi. Hace una semana que no paramos. Esta semana ha sido una locura", recuerda el librero. También está a tope en la cercana 'Dit i Fet', una tienda pequeña con parada en la vecina plaza del Comerç. Hay ganas de normalidad.