Los secretos de 'Una joven prometedora'

En las nominaciones a los Oscar siempre suele colarse una película independiente que ha pasado por diversos festivales y ha ido creciendo con el paso del tiempo hasta convertirse en la revelación de la temporada. No suele ser la ganadora de la estatuilla principal pero, en más de una ocasión, estos títulos se han llevado premios importantes en la ceremonia. La escogida este año ha sido Una joven prometedora, una bizarra combinación de drama, comedia e intriga escrita y dirigida por la debutante Emerald Fennell, que interpreta a Camilla Parker Bowles en The Crown. Es candidata como directora, guionista y productora y también ha tenido su nominación la protagonista, una espléndida Carey Mulligan, que ya optó al galardón hace una década por An education.

Su personaje es el de Cassie, una treintañera muy inteligente cuya carrera se torció en un determinado momento por extrañas circunstancias, aún vive con sus padres y trabaja como camarera en una cafetería donde se siente a gusto. Pero lleva una doble vida y, por las noches, se disfraza, finge estar borracha y va en busca de hombres que abusan de las mujeres para darles un escarmiento. Su vida da un vuelco cuando se reencuentra con un atractivo pediatra, antiguo compañero de estudios, que puede hacerla pensar en un futuro. Es una película muy irónica, digna seguidora del movimiento MeToo y con unos cuantos giros argumentales muy conseguidos que mantienen en tensión al espectador. Conozcamos algunas de las anécdotas del filme.

-Un título irónico. El título es una referencia a Brock Turner, un estudiante de la Universidad de Stanford que fue condenado por agresión sexual en 2016. A pesar de su condena, algunos se refirieron a él como un "joven prometedor".

-La primera idea. La primera escena en la que pensó la guionista Emerald Fennell fue en un personaje femenino acostado en una cama mientras alguien le bajaba los pantalones y ella preguntaba borracha "¿Qué estás haciendo?", y luego hace la misma pregunta de una manera completamente sobria. Escribió toda la película basándose en esta idea que, lógicamente, aparece en la película.

-La principal inspiración. La directora quería explicar su historia con el dramatismo justo pero un punto de ironía. Por eso se inspiró en títulos como Todo por un sueño, de Gus Van Sant, y Fargo, de los hermanos Coen, dos películas que supieron jugar con acontecimientos macabros, personajes muy bien definidos y un humor inesperado. Fennell reconoce que le encanta cuando en una escena de la película alguien se ríe y para de golpe, al darse cuenta de que no hubiera debido reírse.

-Carey, Emerald y... Britney. Tras contratarla para interpretar a la protagonista, Emerald Fennell le envió a Carey Mulligan una lista de canciones para que se ambientara. Entre ellas figuraba el Toxic de Britney Spears, ya que la directora opina que es uno de los mejores temas de todos los tiempos. También quería rebelarse contra la equivocada noción de que la cultura pop femenina es un "placer culpable" y, por lo tanto, la convirtió en un aspecto audiovisual importante en el filme. Toxic aparece en una versión instrumental en la escena en la que Cassie va a la despedida de soltero.

-División de opiniones. Poco antes de que la película se estrenara en el festival de Sundance, el equipo organizó una proyección de prueba para evaluar las reacciones del público. Durante una de las secuencias, comenzó una pelea entre dos de los espectadores; uno estaba muy enfadado por la escena y el otro le decía que si no le gustaba, que se fuera. La directora cuenta que le impactó mucho esa situación ya que quería hacer una película que invitara a la reflexión, pero no esperaba el enfrentamiento.

-Va de récords. La película se rodó en tan solo 23 días en escenarios naturales en los alrededores de Los Angeles. Fennell se ha convertido en la primera directora que es nominada al Oscar con su primera película. Es la segunda vez que una mujer es nominada a la vez como productora, guionista y directora de una película. La primera fue Sofia Coppola por Lost in translation y comparte este honor con Chloé Zhao que también lo ha conseguido este año con Nomadland.

-Una directora embarazada. Emerald Fennell estaba embarazada de siete meses durante el rodaje. De hecho, dio a luz tan solo tres semanas después de que terminara la producción.

-El cameo. La realizadora hace una breve aparición en el filme como la presentadora del vídeo tutorial de maquillaje "Labios de mamada".

-Borracha, ¿o no? La directora reconoció que Carey Mulligan estaba muy nerviosa por tener que actuar borracha, algo que consideraba difícil. Fennell le recordó que en realidad no estaba actuando borracha, sino que estaba interpretando a un personaje que estaba sobrio fingiendo estar ebrio, por lo que no necesitaba ser perfecto. Esto ayudó a la actriz a relajarse y la realizadora destacó que su actuación como borracha era muy buena.

-El ángel de la muerte. Fennell describe el personaje de Cassie como un "ángel vengador" y la película está llena de imágenes al respecto. En una escena, hay una obra de arte en la cafetería que hace que Cassie parezca que tiene un halo y sea una santa. Cuando Cassie se encuentra con Madison para almorzar, una luz redonda en el techo del restaurante parece trazar un halo sobre su cabeza. La cabecera de su cama se asemeja a las alas de un ángel y la última canción que suena antes de los créditos finales es Angel of the morning, de Juice Newton.

-Una fotografía pop. La cineasta reconoce que le encanta la cultura pop con sus elementos chispeantes, brillantes o de color rosa y quería apropiarse de todas esas ‘cosas de chicas’ y darles un toque aterrador. La idea es que la película debía tener mucho color, parecer una tienda de golosinas, pero cuando entras en la tienda, te das cuenta de que han cerrado la puerta con llave y que ya es demasiado tarde. Querían que el decorado fuera todo lo onírico posible y el mejor ejemplo es el letrero de la cafetería, que parece una versión roquera de un bar de los años 80.