Cine

Crítica de 'Mortal Kombat': una actualización fallida

Consigue aprobar en las escenas de acción, pero no sabe si tomarse a sí misma en serio o no, si abrazar la serie B de lujo macarra o darse algo de importancia a través de diálogos pomposos

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Mortal Kombat'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Mortal Kombat'. /

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La saga ‘Mortal Kombat’ revive en este nuevo milenio de la mano del debutante Simon McQuoid y con el apoyo en la producción de James Wan, declarado fan de los videojuegos y de la versión que llevó a cabo Paul W.S. Anderson en los 90 con Christopher Lambert de protagonista.

La idea era modernizar el estilo visual, adaptarlo a los tiempos y revivir el espíritu sangriento del cine de acción noventero. El resultado es demasiado confuso para prever si este nuevo reboot inaugurará una franquicia con algo de consistencia. 

‘Mortal Kombat’ consigue aprobar en las escenas de acción, en las que se dan la mano la fantasía violenta y las coreografías repletas de testosterona cafre con un toque hiperrealista. También logra capturar toda su mitología a nivel visual, pero tiene un problema de tono fundamental: no sabe si tomarse a sí misma en serio o no, si abrazar la serie B de lujo macarra o darse algo de importancia a través de diálogos pomposos. Así, el equilibrio entre el humor y la gravedad sobre el que está construida esta narración un tanto caótica, no termina de funcionar, por lo que cuando nos alejamos de los enfrentamientos, de la adrenalina y de los ‘fatalities’ y nos centramos en los personajes, llega la debacle sin remisión, algo a lo que contribuye un reparto exento de carisma y en el que únicamente destacan los veteranos intérpretes japoneses Hiroyuki Sanada y Tadanobu Asano