Crítica de música

El gran debut de Andrè Schuen

El barítono alemán triunfa en su primer recital en solitario en Barcelona junto a un inspirado Daniel Heide

Andrè Schuen

Andrè Schuen

Pablo Meléndez-Haddad

Pablo Meléndez-Haddad

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

 El debut en Barcelona del barítono alemán Andrè Schuen con un recital –había actuado en 2013 en el Palau de la Música en una breve intervención en el 'Requiem' de Fauré– se saldó con un gran triunfo. Inserto en el ciclo de 'Lied' del Auditori, el cantante bávaro escogió para esta presentación el mismo programa de su primer disco en solitario para Deutsche Grammophon que acaba de salir al mercado, el ciclo de canciones de Schubert 'Die schöne Müllerin'. Schuen compareció junto al pianista Daniel Heide, su habitual compañero de recitales, con quien ha interpretado el ciclo en repetidas ocasiones -y que también le acompaña en el disco-, creando juntos un ambiente íntimo y mágico en el que se fueron desgranando las 20 canciones que Schubert compiló en esta obra maestra del género consiguiendo una continuidad que le brindó coherencia y equilibrio. Lo demostrado en el recital acabó siendo algo así como un monodrama en el cual el solista atravesaba diferentes estados emocionales.

Para ello Schuen sacó provecho de cada pieza para construir un discurso al que daba sentido con su expresivo fraseo gracias al dominio de las dinámicas, de una técnica de emisión sana y potente y de un generoso control del 'fiato', características que ya se le reconocían de sus actuaciones en la Schubertíada de Vilabertran o en su paso por Madrid en la ópera de Strauss 'Capriccio'. Madurez, profundo conocimiento de los poemas de Wilhelm Müller y una gran naturalidad y espontaneidad en su voz timbrada y varonil son algunos de los sellos distintivos de la interpretación, consiguiendo momentos de máxima introversión en piezas como 'Der Neugierige' o acunando al público en la emotiva 'Des Baches wiegenlied'. Ello en contraste con los 'lieder' más energéticos, en los cuales nunca se evitaron 'tempi' vertiginosos que posibilitaron apreciar el virtuosismo de ambos intérpretes en el canto de agilidad. Un gran debut.