Arquitectura
La austeridad de Lacaton y Vassal se alza con el Premio Pritzker 2021
Su estilo: edificios guiados por el pragmatismo y el espíritu social en una época de grandes estrellas y presupuestos desorbitados
Están casados: Anne es la sexta mujer que recibe este premio convocado por la Fundación Hyatt
Reconstruir en lugar de destruir y ahorrar en lugar de gastar, siempre con las personas en primer plano. Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal han levantado edificios guiados por el pragmatismo, la modestia y el espíritu social en una época de grandes estrellas y presupuestos desorbitados, y este martes su trabajo les ha convertido en los nuevos ganadores del Premio Pritzker, considerado el Nobel de Arquitectura y dotado con 100.000 dólares.
Anne Lacaton (1955, Saint-Pardoux, Francia) y Jean-Philippe Vassal (1954, Casablanca, Marruecos) están casados y son socios fundadores del estudio Lacaton & Vassal (1987), con sede en París. Su trabajo, una treintena de proyectos a contracorriente, se ha concentrado en Francia y algunos países africanos.
Entre sus proyectos se encuentran obras dispares: grandes renovaciones de edificios públicos como el Palais de Tokyo en París o el centro de exposiciones FRAC de Dunquerque conviven en su carpeta con otras que podrían considerarse menores, como la renovación de tres modestos edificios de alquiler social en Burdeos, que les valió el Premio Mies van der Rohe en 2019.
Su arquitectura, según el fallo del jurado, entraña un fuerte "espíritu democrático" y ha conseguido "renovar" y "revitalizar" los legados de la arquitectura moderna. "Su trabajo responde a las emergencias climáticas y ecológicas de nuestro tiempo -subraya el fallo-, así como urgencias sociales, particularmente en el ámbito de vivienda urbana". Para entender la filosofía de esta pareja de arquitectos hay que ir más allá de las imágenes de sus austeros edificios.
Su filosofía es toda una declaración de intenciones en un sector marcado por los megaproyectos y los presupuestos desorbitados. Hay que viajar hasta África para encontrar la génesis de la doctrina arquitectónica de la pareja. Ambos se conocieron en los años 70 cuando estudiaban arquitectura en Burdeos (Francia), pero al finalizar sus estudios, Vassal se fue a vivir a Nigeria para trabajar en urbanismo.
Esa máxima se cumple en la renovación de las viviendas de alquiler social de Burdeos, y en proyectos similares de viviendas sociales que han realizado durante más de tres décadas de trayectoria. "Hay una humildad en su enfoque, que respeta el objetivos de los diseñadores originales y las aspiraciones de los ocupantes actuales", defiende el jurado.
En 1993, el Ayuntamiento de Burdeos les encargó renovar la plaza de Leon Acoc; el objetivo era "embellecer" el espacio. Ambos estudiaron el lugar, hablaron con los vecinos, muchos de ellos jugaban a la petanca bajo los árboles del parque. Concluyeron, y así lo comunicaron al ayuntamiento, que no había mucho que hacer, todo estaba en su lugar, simplemente había que reemplazar la grava, tratar los arboles y modificar levemente el tráfico. No había nada que construir, solo otorgar un potencial a lo que ya existía.
Mínima intervención y pasado
Esta máxima de "mínima intervención" y "respetar el pasado" se repite en las renovaciones del Palais de Tokyo, donde apostaron por dejar al descubierto las huellas del proceso de restauración con materiales en bruto, y en el gran centro de exposiciones FRAC, donde en vez de modificar el edificio original, una imponente fábrica de barcos, crearon una replica por menos presupuesto.
Pero más importante que el presupuesto y el pragmatismo de sus propuestas son para Lacaton y Vassal las personas que habitan los edificios. Ambos creen que los edificios que se restauran o los que se crean de nueva planta solo son hermosos cuando la gente "se siente bien en ellos, cuando la luz interior es hermosa, el aire es agradable y hay un transición fácil entre interior y exterior".
"Nuestro trabajo consiste en resolver limitaciones y problemas, y encontrar espacios que puedan generar usos, emociones y sentimientos", explica Vassal.
Entre sus obras más significativas se encuentran asimismo la Casa Latapie (1993), una de sus primeras viviendas privadas; las viviendas sociales Ourcq-Jaurès en Paris, y un edificio de oficinas y viviendas en Chêne-Bourg, en Ginebra.
Muchos premios
Lacaton y Vassal compaginan la docencia con su trabajo como arquitectos en universidades de todo el mundo.
El estudio que fundaron ha recibido numerosas condecoraciones como el BDA Grand Prize (2020); el Global Award for Sustainable Architecture, la medalla Heinrich Tessenow (2016), la International Fellowship from the Royal Institute of British Architects, 2009, el Grand Prix National d’Architecture de Francia (2008) o el Premio Mies Van der Rohe de arquitectura contemporánea de la UE.
Anne Lacaton es la sexta mujer vez que recibe este premio convocado por la Fundación Hyatt. El Pritzker ha recaído en anteriores ediciones en arquitectos como Zaha Hadid, Norman Foster y Oscar Niemeyer, entre otros.
- SociedadDestrozos, puñaladas y "fiestas con escorts" en los nuevos rascacielos de lujo de Madrid: "Me fui por miedo
- SociedadDani Alves acude a firmar a la Audiencia de Barcelona para cumplir con las medidas impuestas para su libertad
- SanidadLa tosferina se dispara en Catalunya: los casos de este año ya multiplican por 13 los de todo 2023
- BarcelonaVídeo | Las olas causadas por la borrasca 'Nelson' vuelven a comerse las playas de Barcelona
- Tráfico y transportesEstos son los cambios en el permiso de conducir para los mayores de 70 años
- DeportesEl dueño de la Fórmula 1, cerca de cerrar un acuerdo para comprar MotoGP por 4.000 millones de euros
- SociedadCuando el 'bullying' lleva al suicidio: el lado más crudo del acoso escolar
- Ocio y CulturaMuere la periodista Anna Pérez Pagès, rigor y compromiso con la cultura
En Antena 3
La tragedia familiar que marcó la vida de Karlos Arguiñano: “Tuvimos dos abortos de siete meses”
Planes de Semana Santa
Multimedia | La ruta de los árboles frutales de Catalunya: dónde ver las floraciones más espectaculares
Un nanosegundo en el metaverso