Arte digital

Cómo una obra digital se ha vendido por 69 millones de dólares

El artista Beeple rompe un récord mundial con la venta del archivo de un collage de hasta 5.000 imágenes digitales

La venta ha sido posible gracias a los NFT, una tecnología que certifica la exclusividad de una obra y dispara su valor

El collage de Beeple vendido por 69 millones de dólares en Christie's

El collage de Beeple vendido por 69 millones de dólares en Christie's / EFE

Carles Planas Bou

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Hasta el pasado octubre, el artista estadounidense Mike Winkelmann, conocido en el mundo virtual como Beeple, tan solo había logrado vender una de sus obras digitales por 100 dólares. Cinco meses después, ha pasado a la historia al subastar un collage con 5.000 imágenes de su vida por 69,34 millones de dólares (unos 53 millones de euros), una venta que rompe un récord mundial para el criptoarte y que lo consagra “entre los tres artistas vivos más valiosos”, según la casa de subastas Christie’s. ¿Cómo ha sido posible este hito?

En menos de medio año, Beeple ha pasado de ser solo conocido en los círculos artísticos a convertirse en un nombre de fama mundial. La venta de su obra ‘Everydays: The First 5000 Days’, en la que recopila miles de imágenes que ha tomado cada día desde 2008, se sitúa solo por detrás de celebridades como David Hockney y Jeff Koons, que vendieron sus pinturas y esculturas por 90,3 y 91,1 millones de dólares, respectivamente.

Winkelmann se había hecho un nombre en el mundo artístico con su proyecto ‘Everydays’, con el que lleva 13 años creando obras digitales sin parar, una nueva cada día. En redes, cuenta con hasta 2,5 millones de seguidores. Aún así, hasta hace pocos años el arte digital se encontraba con un problema mayúsculo: al ser obras virtuales, inexistentes en el mundo físico, era muy fácil copiarlas y reproducirlas, algo que les restaba valor económico.

Una tecnología en auge

Sin embargo, ese paradigma está cambiando con la aparición de los llamados Tokens No Fungibles (NFT, por sus siglas en inglés), un mecanismo tecnológico que permite certificar que una obra o objeto digital es único, raro e indivisible. La exclusividad demostrable de la obra hace que se dispare su valor. Eso es posible porque los NFT se basan en la tecnología Blockchain, que utiliza códigos numéricos encriptados e inalterables que, a su vez, permiten verificar la propiedad de esa obra.

La adquisición de la obra no hace que esta desaparezca de Internet. Con ella, el coleccionista compra un archivo digital y básicamente el derecho a fardar de que posee la copia original, que después podrá revender a otros compradores por un mayor precio. Pero la obra sigue estando disponible en el mundo digital para que todos los usuarios puedan observarla, copiarla y modificarla.

Especular y revalorizar el arte digital

Esta tecnología ha generado un importante debate en la comunidad artística. Para unos supone una revolución, para otros es un mecanismo especulativo que reproduce los peores tics capitalistas del coleccionismo de arte tradicional.

Y es que el comprador que está detrás de la millonaria venta de la obra de Beeple es el director financiero de Metapurse, un fondo de criptoinversiones de Singapur que se autoproclama como el mayor fondo de NFT del mundo. La compra de obras digitales a precios astronómicos puede ser una estrategia de marketing de esos inversores para conseguir espacio en los medios de comunicación, ganar popularidad y promover una industria en busca de su propio beneficio especulativo. El comprador de la obra ha confirmado a 'Bloomberg' que espera convertirla en una pieza de miles de millones de dólares.

Sin embargo, los NFT han probado ser una vía para que ciertos artistas digitales puedan ganar mucho dinero con sus obras. El caso de Beeple así lo confirma. En octubre vendió su primera serie de obras a través de esta tecnología por 66.666 dólares cada una. En diciembre vendió otra serie de trabajos por 3,5 millones de dólares.

Pero, como apuntan algunos críticos, ese emergente mercado digital también abre las puertas a que otros ganen dinero con la compraventa de arte. Así, el coleccionista español Pablo Rodríguez Fraile compró una de las obras de la primera serie vendida por Beeple y un mes más tarde la vendió por 6,6 millones, multiplicando casi por diez su valor de compra original.

Proliferación de los NFT

El fenómeno de los NFT ha ido creciendo en paralelo al avance de las criptomonedas como Bitcóin, pues se sostienen en la misma tecnología. Sin embargo, ha explotado en las últimas semanas, proliferando casos en los que se han vendido todo tipo de obras digitales a precio de oro. Desde memes como el popular Nyan Cat, que se vendió por 580.000 dólares, a cartas digitales de Pokémon o vídeos de jugadas de la NBA. Un clip de 10 segundos de un mate de LeBron James se vendió por 208.000 dólares.

La capacidad de certificar la exclusividad y originalidad de una cualquier activo digital está abriendo la puerta a distintos sectores. Músicos como Kings of Leon, 3LAU o Shawn Mendes se han apuntado a este fenómeno para poner en venta canciones, asientos a primera fila o réplicas digitales de su vestuario. El fundador de Twitter, Jack Dorsey, ha puesto su primer tuit en venta en una subasta que servirá para una causa benéfica. La puja ya va por 2,5 millones de dólares.

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