'Volver la vista atrás': léxico familiar

En más de una ocasión Juan Gabriel Vásquez (Bogotá, 1973) ha declarado que “un novelista es un constructor de fábulas con imaginación moral". Su producción literaria escarba repetida y obsesivamente con fruición en los huecos sabidos de la historia de Colombia. Ambos motivos, aunados en lo que podríamos llamar la moral de la historia, configuran la carrera de un escritor que busca dar cuenta de determinados acontecimientos de su tiempo y que pretende con ello configurar una suerte de reconocimiento sobre ellos, una lectura hacia el pasado de vidas propias y ajenas “que consiste en observar para conjeturar, o en penetrar lo que es manifiesto para descubrir lo oculto o lo secreto”.

Volver la vista atrás retoma esa lectura sobre el mundo que ha vertebrado buena parte de su producción: una constante y honda preocupación ética vinculada a la violencia a la que se debe volver una y otra vez para experimentar así el dolor que se vivió (“la única manera de hacer la paz es así, raspando las heridas”) y una vindicación de las siempre difusas y complejas relaciones familiares. Que ahora haya dedicado una tarea ingente de documentación con el telón de fondo de una miríada de historias familiares del cineasta colombiano Sergio Cabrera y de cómo su historia se configura con un léxico familiar que “va a ser una retrospectiva de verdad” no debería extrañar. Porque Vásquez lo ha querido hacer felizmente preguntándose cómo la pérdida del padre del autor de 'La estrategia del caracol', Fausto, justo cuando está inaugurando un ciclo sobre su cine en Barcelona, provoca un inmenso 'volver la vista atrás' para poner en orden los recuerdos de toda la familia que se convertirán por la magia de la ficción en los recuerdos de todo un continente.

La guerra y el dictador

Vásquez ha separado los nudos de la devastación de un espectáculo que recorre cruentos acontecimientos del siglo XX: la guerra civil española y el recuerdo maldito del dictador, el obligado exilio en América, la historia de la familia de Cabrera en China y de qué manera “Mao era un rumor, un conjunto de refranes: una figura hecha de palabras”. Pero también cómo la “lucha armada (...) se había convertido en una rutina obscena” y de cómo el padre, el matrimonio y el país de Cabrera “se había descompuesto de repente, y lo que se veía era un paisaje en ruinas: la ciudad después del bombardeo”.

En la literatura de Vásquez se amontonan acontecimientos más reales que ficticios, exhibiendo sin pudor que sus novelas son deudoras de una historia reciente que edifica sólidamente la trama de sus textos. Pero solo la mano firme de un escritor que es capaz de deshacerse del lastre de lo real abre la caja de Pandora de la ficción disponiendo una narración proteica enriquecida por una colección iconográfica, iluminando una ficción escrita con la sabiduría de un narrador clásico que sabe que cuando “falta la luz y todo es oscuro (...) la única forma de no perder el rumbo es mirar hacia atrás".