El espíritu de Razzmatazz: un año bailando solo

9 de marzo de 2020. Era un lunes cuando Louis Tomlinson, miembro de One Direction, se destapaba como solista en la sala Razzmatazz. Era un día especial para el artista británico, pues era el inicio de su gira mundial. Se vendieron todas las entradas. Y se hizo el concierto, con la gente de pie, juntos o muy juntos, sin mascarilla y sin nada de todo lo que ahora está interiorizado en cada uno.

Y en Razzmattaz, como en tantas otras salas de Barcelona, no hubo más conciertos. El avance del coronavirus, el estado de alarma, el confinamiento decretado y las posteriores restricciones perennes en el sector cultural y del ocio nocturno han hecho que el club de la calle Almogàvers no haya vuelto a abrir. Algunas de su alrededor, como la Rocksound ha sido demolida.

Así, este 9 de marzo se cumple un año del último concierto en Razzmattazz, y la sala ha decidido mandar un mensaje "esperanzador" a través de un vídeo titulado 'Razzmatazz spirit will never die!'. En las imágenes se puede ver al "espíritu", una sabana blanca con vida propia, por varios rincones de la conocida sala: desde los camerinos, las barras, el escenario o las escaleras.

Publicado en las redes sociales de Razzmatazz, adjuntan un pequeño mensaje: "Hoy se cumple un año de nuestro último concierto. Desde entonces, todos hemos pasado un año muy duro, pero este es un mensaje esperanzador, seguimos aquí y creemos firmemente que la cultura es segura y esperamos volver a disfrutarla lo antes posible. ¡Os echamos mucho de menos! Gracias por seguir ahí y por todas las muestras de apoyo recibidas durante este último año".