Los premios del cine español

Premios Goya 2021: una gala de bandera

Antonio Banderas triunfó como maestro de ceremonias de una emotiva y elegante velada que, de entrada, invitaba al desaliento por las restricciones del covid y la difícil situación del sector

Antonio Banderas, durante la ceremonia de entrega de premios de los Goya.

Antonio Banderas, durante la ceremonia de entrega de premios de los Goya. / Academia del Cine Español / Miguel Córdaba

Julián García

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“Y si vuestras madres, vuestros hijos, vuestros maridos o esposas se preocupan porque no llegasteis a cenar o llegasteis tarde a casa, decidles la verdad. Decidles que estabais en el cine”. Había que tener el corazón de piedra para no conmoverse con las palabras finales de Antonio Banderas en la gala de la 35ª edición de los premios Goya. Fue, quizá, el mejor modo posible de terminar una velada cargada de extraña emoción, como de cierta irrealidad distópica, solemne, sin público en la platea del Soho Teatro Caixabank de Málaga y con los premiados conectados virtualmente vía Zoom desde sus casas. Aun así, y a pesar de la frialdad tecnológica, la gala rebosó calidez, cercanía y humanidad en su entusiasta reivindicación de la capacidad sanadora del cine. Eso, y mucho más, consiguió Banderas en su magnífico papel de guionista, director y maestro de ceremonias de una gala que, lastrada por las restricciones de la pandemia y la difícil situación del sector, invitaba de entrada al desaliento.

“Durante estos meses largos de pandemia no he dejado de preguntarme cuál era mi papel, y el papel del mundo del cine y de la cultura en general frente a los acontecimientos que nos venían encima como un tsunami", expresó Banderas, en compañía de María Casado, en el inicio de la gala. Quizá su papel era este y no otro: ofrecer una gala modélica, extrañamente ágil, respetuosa con los ausentes y, al mismo tiempo, empeñada en proyectar luz e ilusión a una industria al filo del abismo. Hasta las intervenciones de los premiados vía Zoom fueron más vividas y espontáneas, sin la rigidez que impone salir al escenario a recoger el galardón, lo que compensó la severa falta de humor de la velada.

“Esperemos que esta gala no sea recordada como la del covid, sino como la del inicio de la recuperación”, apuntó la estrella malagueña en su noche de bandera. Elegante, esbelto, guapo, asombrosamente joven, con la dicción de los grandes, condujo la gala con prestancia y convicción; con sentimentalismo impostado también, pero su irresistible carisma podía ayer con todo. Y, por supuesto, su asombrosa agenda de contactos, pues suyo fue el mérito de que gente como Tom Cruise, Nicole Kidman, Al Pacino, Sylvester Stallone, Isabelle Huppert, Robert De Niro y Barbra Streisand enviaran sus mensajes de apoyo al cine español. O de que Pedro Almodóvar, Penélope Cruz, J. A. Bayona, Paz Vega y Alejandro Amenábar repartieran la primera tanda de premios en una imagen estelar capaz de empequeñecer las reuniones de superhéroes de la saga ‘Avengers’.