Las otras pantallas

Youtube es cultura: los casos de éxito de El Bloque, Cine a Quemarropa y Trotalibros

La plataforma reúne abundantes propuestas sobre música, cine o libros con espacio para la creatividad y el análisis minucioso a través de un lenguaje cercano

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Ignasi Fortuny

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Con la cultura ocupando esquinitas en la programación de la televisión convencional, en las otras pantallas, con Youtube como plataforma principal, germinan propuestas sobre cine, música o libros. Contenido variado, analítico, profundo y novedoso que muchas veces deja de lado las lógicas audiovisuales y encuentra a un público con nuevos hábitos de consumo televisivo. Algunas de las propuestas nacidas en Youtube son tan interesantes y talentosas como El Bloque (19.000 suscriptores), que destaca como programa musical sobre la escena urbana.

Nacido hace tres años en Barcelona, la idea surgió precisamente por la falta de espacios en televisión que hablaran de música. "Creíamos que había un 'gap' a nivel audiovisual. Alícia [Álvarez, integrante del equipo] tenía la idea de recuperar la esencia de los programas musicales de los 80, pero llevado al ahora, con un lenguaje actual", cuenta Aleix Mateu, uno de los ocho miembros de El Bloque. Su compañero David Camarero apuntilla: "Nosotros no somos 'youtubers', sino que hacemos un programa de televisión en Youtube. Que es el único sitio en el que tenía cabida". El Bloque empezó siendo un programa con una entrevista principal a un artista, grabada con público en un plató (la sala 3 de Apolo), rodeada de pequeñas secciones en las que se presenta desde productores hasta estilistas. Durante estos tres años han moldeado a su antojo el programa: sus conductores han sido presentados como personajes de los Sims y se han llegado a inventar un mundo artificial para hablar de la salud mental de los artistas en un especial, por ejemplo.

No hay periodicidad ni formato cerrado. En la plataforma encontraron el sitio ideal para jugar a lo que quisieran. "También hemos tenido la libertad total de que no nos lo estaba pagando nadie", remarca Daniel Madjody, el tercer miembro del Bloque en comentar la génesis del programa. Libertad total y creatividad, un reflejo de esa escena musical que creció grabando con pocos medios en su casa, y vanguardia, como demuestra su reciente serie distópica de animación 'Animal Hustling'. "En la tele hay como ese concepto de purismo, de calidad, y un lenguaje muy clásico que es difícil de romper", comenta Camarero, que al igual que Mateu, tiene experiencia en el sector.

A 2021 es evidente que El Bloque ha influenciado contenidos audiovisuales de grandes cadenas. "Hay una brecha generacional, una sensación de que si tienes menos de 30 años en la tele no hay nada para ti... Y eso es una 'putada' porque nadie invierte en no ficción en plataformas como se invierte en tele", argumenta Camarero. Más allá del Bloque, en el apartado musical, en Youtube recientemente ha aparecido una propuesta musical bien diferente a esta, la del canal Los Xavales, dos jóvenes de Valencia que critican una canción mientras la escuchan por primera vez, un formato frecuente en la plataforma. En poco tiempo han logrado tejer complicidades con público y artistas. Otros medios, otro enfoque, pero también con éxito.  

Análisis de cine

El periodista Álex G. Calvo protagoniza una aplaudida y seguida propuesta en Youtube sobre cine a través del canal 'Sensacine' (264.000 suscriptores), web especializada que dirige. Después de 20 años centrado en la prensa escrita, él mismo se sorprende de la cantidad de visualizaciones de sus vídeos. Nunca antes se había puesto ante una cámara. Calvo hace desde críticas de películas actuales hasta elaboradísimos análisis sobre directores, géneros, que agrupa en la sección 'Cine a quemarropa'. Un vídeo de dos horas hablando de wéstern=más de 400.000 visualizaciones. "Vimos que cuanto más elaborados eran los análisis, más interés había. Si yo tenía algo que aportar era la especialización de tantos años como crítico de cine", cuenta. Su público es joven: lo comprobó hace poco en el estreno de uno de sus 'Cine a quemarropa' (sobre Stanley Kubrick) en la sala Cineteca de Madrid. "Eran chavales de 18-28 años".

"El consumo sigue estando ahí, pero en tele no abundan los programas de cine. Lo que es la crítica, el análisis... Es una pena porque creo que funcionaría", opina Calvo. El autor de 'Cine a quemarropa' cuenta que vio que para Youtube no le valía el tono "sesudo" de la crítica. "Se puede ser muy profundo y muy analítico pero con un lenguaje más normal", dice. Calvo tiene muy claro que Youtube premia la naturalidad y, sobretodo, mostrar el rostro. Coincide con él Jan Arimany, autor del canal Trotalibros (14.000 suscriptores), un 'booktuber' de éxito en la plataforma. Después de años publicando en un blog, Arimany se unió al movimiento 'booktuber', que hasta hace poco era un mundo muy juvenil, tanto en las obras como en el público al que se dirigía.

"Creo que la crítica profesional es muy impersonal. Los 'booktubers' hablamos de tú a tú al lector, sin esta aura de misticismo que muchas veces se aleja de la gente", comenta Arimany, que ahora ha fundado su editorial con el título de su canal. Con 28 años, no ve que los de su generación puedan sentarse en el sofá determinado día y hora para seguir un programa cultural. A él, cuenta, le sigue gente de su edad o alrededores. Y resume así su el porqué de su éxito: "Somos casi como un amigo que te recomienda un libro".

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