Crítica de cine

'Entre nosotras': el peso del estigma

El director hablar de la culpa y la aceptación de la identidad a partir de dos mujeres maduras que se aman en secreto

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Entre nosotras'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Entre nosotras'. /

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

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Dos mujeres maduras bailan abrazadas mientras suena una canción italiana. Se miran con una ternura infinita mientras la cámara nos introduce en un espacio de intimidad que solo les pertenece a ellas. Nadie sabe que se aman desde hace más de veinte años.

Han construido sus vidas alrededor de un secreto, una mentira, que empieza a pesarles demasiado y que se ha convertido en su particular cárcel. Nina (la gran Barbara Sukowa) quiere que ambas empiecen una nueva vida en otro lugar, mientras Mado (Martine Chevalier, autoridad del teatro francés) tiene miedo a la reacción que puedan tener sus hijos. No puede soportar ser juzgada por ellos.

El peso del estigma resulta fundamental en la ópera prima de Filippo Meneghetti, pero al director no le interesa regodearse en el melodrama convencional y quizás por ello busca otros caminos, que nos acercan al suspense, para hablar de la culpa y la aceptación de la identidad. El director sabe sacar partido a los escasos elementos con los que cuenta a través de una puesta en escena elegante y sobria, pero son sin duda sus dos actrices protagonistas las responsables de convertir este debut en una película emocionante repleta de capas de reflexión en torno a los prejuicios y la necesidad de posicionarse contra ellos, del respeto a las decisiones personales y de la necesidad de cuidar y sentirnos amados por encima de todo, más allá de la intolerancia.