'Helene': pintar en Finlandia

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El mundo de la pintura se ha convertido en recurrente en los estrenos de estas últimas semanas. El viernes pasado aparecía ‘La pintora y el ladrón’ y hoy llegan a salas y plataformas ‘La Sra. Lowry e hijo’, sobre el pintor inglés L. S. Lowry, y ‘Helene’, biopic de Helene Schjerfbeck, una de las mayores representantes de la pintura finlandesa. Al empezar el filme, Helene, nacida en 1862 y fallecida en 1946, explica que los entrevistados se equivocan fácilmente; digas lo que digas, puedes molestar a cualquiera”.

 En esta especie de recogimiento interior se fraguó la obra realista, esencialmente a través del autorretrato y de las estampas de pobreza y guerra, de una pintora a quien no le gustaba que la llamaran mujer artista: ‘Yo soy artista’, a secas. La película se centra en las relaciones con su mejor amiga,su madre, un admirador y un marchante de arte, y en los constantes conflictos familiares: según las leyes abusivas de la época, todos sus familiares debían cobrar un porcentaje de la venta de sus cuadros.

 Siendo el retrato de una artista, es importante que se reflexione también sobre su obra. En algunas escenas se consigue holgadamente, como ocurre en la conversación en torno a los colores que odia, los que tolera, los que utiliza solo de fondo y los que son sus favoritos. En esta conversación se explica a la perfección cómo Helene veía el mundo y cómo lo expresaba en la tela.