Crítica de cine

'Becky', niña mata nazis

Viene a ser una versión de 'Solo en casa' regada de sangre que sustituye a unos inofensivos ladrones por una banda de neonazis

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Becky'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Becky'. /

Nando Salvà

Nando Salvà

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La nueva película de Jonathan Milott y Cary Murnion vendría a ser una versión de 'Solo en casa' regada de sangre que sustituye a unos inofensivos ladrones por una banda de neonazis, y que trata su premisa -en este caso, una preadolescente que despliega su ira sobre los criminales que intentan invadir su vivienda- con casi total seriedad. Eso no significa que no sea ridícula, sino que las risas que proporciona son mayormente involuntarias.

'Becky' no se molesta en ahondar en la psicología de una mocosa para la que la violencia es un método casi terapéutico de canalizar el dolor y la frustración, y en general el retrato de la niña es más bien genérico. Algo parecido puede decirse del personaje encarnado por Kevin James. La elección de un cómico para interpretar a un supremacista es uno de los presuntos alicientes de la película encarnando a uno de esos villanos propensos a pronunciar pomposos monólogos. Tanto eso como la falta de presencia del actor impiden que resulte realmente amenazante.

Además de eso, el otro motivo de la incapacidad de la película para generar tensión e intriga es su desprecio por el ritmo narrativo y, sobre todo, la lógica argumental. Milott y Murnion se contentan con hacer avanzar el relato a través de una tediosa sucesión de episodios de gore y brutalidad. Para aquellos espectadores que hallen placer contemplando como unos nazis son merecidamente aniquilados, en todo caso, eso será suficiente.