Galardón literario

Juan Manuel Gil gana el Premio Biblioteca Breve

El autor se incorpora con la novela 'Trigo Limpio' al catálogo de Seix Barral 

La narración se establece como un juego entre vida y literatura

GRAFCAT8021  BARCELONA  08 02 2021 - El escritor almeriense Juan Manuel Gil Martinez ha ganado este lunes el 63 Premio Biblioteca Breve  que concede anualmente la editorial Seix Barral y esta dotado con 30 000 euros  con la novela  Trigo Limpio   EFE Alejandro Garcia

GRAFCAT8021 BARCELONA 08 02 2021 - El escritor almeriense Juan Manuel Gil Martinez ha ganado este lunes el 63 Premio Biblioteca Breve que concede anualmente la editorial Seix Barral y esta dotado con 30 000 euros con la novela Trigo Limpio EFE Alejandro Garcia / Alejandro Garcia / EFE

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Parece que el Biblioteca Breve se está reconduciendo con tino en la búsqueda de nuevos nombres –tras la controversia que despertó el primer intento con la poeta instagramer Elvira Sastre-. Si el año pasado fue Raquel Taranilla, este año el ganador ha sido un autor tan poco conocido como aquella, Juan Manuel Gil (Almería, 1979).  Estos dos autores, comprometidos ambos con la literatura, indican una buena dirección para el veterano premio y sendas adquisiciones para el catálogo de nuevas voces en Seix Barral.

Celebrado con estrictas medidas de seguridad, como impone el coronavirus, el acto de entrega del galardón contó con un prólogo homenaje de Enrique Vila-Matas -uno de los miembros del jurado junto con Olga Merino, Pere Gimferrer y Raquel Taranilla-  dedicado al amigo desaparecido Juan Marsé, quien en 1966, lo ganó con ‘Últimas tardes con Teresa’. Vila-Matas lo recordó en la tertulia del José Luis gruñendo amablemente el lema: “Aquí estamos en contra de todo”.

Falsa novela de detectives

‘Trigo limpio’, el libro del profesor y escritor Juan Manuel Gil, que tiene tres novelas en su haber, todas ellas publicadas en sellos pequeños e independientes es una falsa novela de detectives que parte de un recuerdo vago del propio autor. En el inicio de la novela el narrador, escritor a su vez, evoca el momento en el de niño que saltó la valla que separaba el colegio de un aeropuerto para recoger una pelota y se encontró, jaleado por sus amigos, corriendo por la pista, de bruces frente a un avión en pleno despegue. Era una localización del extrarradio de Almeria, donde transcurrió la infancia de niño de barrio del autor.  “En mi recuerdo eso sucedió así, no a mí, sino a un amigo al que yo veía de lejos. Ahora bien un recuerdo real no significa que aquello haya sido real. Fiarte o no la memoria abre una brecha muy importante en literatura”, explicó dedicando el galardón a su madre. “Desde pequeño ella me ha mantenido a salvo de cortes de digestión, pozos, balsas, secuestradores y traficantes de órganos. Creo que por esas historias que me contaba y que ella creía a pies juntillas me dedico hoy a la literatura y gracias a ella conservo todos los órganos en su sitio”.

El influjo de Vila-Matas

Tras ese arranque, y como en las buenas novelas negras –aunque esta no lo sea- uno de esos amigos del pasado llama al narrador para que busque a uno de los miembros de la pandilla, lo que podría convertirse en esa novela ‘perfecta’ que él espera escribir.  “Inmediatamente después, ese amigo le dice al narrador que olvide la petición. Algo que, naturalmente, cualquier escritor no se plantearía hacer”.  

Ambientada en los años 90, la historia se organiza también a partir de esa obsesión de Gil  por la relación entre la vida y la literatura, el juego entre realidad y ficción, el proceso a partir del cual se crean las ficciones. “El libro abre la puerta a los libros que han marcado al narrador, constituidos en una constelación en la que uno te dirige a otro”, explica. No quiere desvelar qué libros son esos porque son consustanciales a la trama aunque al final revele que Vila-Matas sería el autor de uno de ellos. Y las cosas se ponen en su sitio si se recuerda que Raquel Taranilla el pasado año también mencionó haber escrito su novela a la contra del autor de Bartleby y compañía. Por alusiones, la ganadora del 2020 explica: “A nuestra generación que también es la de Gil, Vila-Matas nos ha abierto un camino que no encontrábamos en otros autores. Yo respondí en mi libro de una forma muy furiosa y mientras que el caso de Juan Manuel es bastante más plácido”.