CRÍTICA DE LIBROS

'The Paris Review', la biblia de la entrevista literaria

El sello Acantilado recoge 100 conversaciones con los grandes autores del siglo XX y principios del XXI aparecidas en la legendaria revista 

Combo escritores

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Elena Hevia

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Hubo un tiempo en el que los escritores no eran noticia. No eran en modo alguno interesantes para la prensa escrita, más allá de los casos aislados de aquellos convertidos en personajes como Ernest Hemingway o Norman Mailer –que además de en las páginas culturales aparecía en las de sucesos porque era muy aficionado a atizarle a sus esposas-. Pero todo esto cambió gracias a una publicación en inglés que en los años 50 empezó a publicarse en París y dos décadas después se trasladaría a Nueva York. La legendaria ‘The Paris Review’ fue fundada en la capital francesa por un grupo de críticos y escritores norteamericanos, todos ellos veinteañeros, como Peter Matthiessen, Thomas H. Ginzburg, Harold L. ‘Doc’ Humes y sobre todo George Plimton, quien lo dirigió hasta su muerte en el 2003.

Corrió el rumor de que la revista originalmente fue financiada por la CIA y alguna vinculación hubo, pero lo cierto es que además de descubrir a algunos nombres fundamentales --un desconocido Philip Roth publicó por primera vez allí uno de sus cuentos-, hoy es considerada la biblia del periodismo cultural.

Por eso es muy buena noticia que la editorial Acantilado se haya atrevido a publicar en dos impresionantes volúmenes encofrados y casi 3.000 páginas algunas de las entrevistas –la joya de la corona de la publicación- que aparecieron allí como el marchamo final de la consagración de grandes escritoras y escritores de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI. La selección, realizada por Sandra Ollo, incluye 100 entrevistas en las que se ha colado un intruso como Billly Wilder que brilla como nunca en su ingenio vitriólico. La heroicidad editora de Acantilado permite ver cómo García Márquez da lecciones de cómo debería realizarse una entrevista, a Borges hablar y preguntar sobre lo que le interesa a él -y no tanto al entrevistador- a William Faulkner en lo que es un retrato perfecto del norteamericano o a la gran Isak Dinesen decir: “Jamás he podido escribir cuando era feliz”. En los nombres locales se ha colado Javier Marías, en una entrevista publicada en el 2006, pero no ha llegado a tiempo la reciente a Enrique Vila-Matas del pasado otoño.

En fin, una cita inexcusable para los buenos lectores. 

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