El regreso del zar

Gergiev: "Esperemos que la gira española sea un éxito y no haya sorpresas"

El aclamado director ruso regresa con su orquesta del Mariinski en la primera gira española de una gran formación extranjera desde el pasado marzo

El conjunto ofrecerá dos programas en el Auditori, la 'Sinfonía fantástica' de Berlioz este jueves y la 'Patética' de Chaicovski el viernes, antes de actuar en Girona el sábado

Valery Gergiev

Valery Gergiev

Marta Cervera

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Cada visita del carismático Valery Gergiev y la Orquesta del Mariinski de Sant Petersburgo es un acontecimiento pero en los actuales tiempos de covid-19, muchísimo más. Aunque venga con una plantilla limitada -solo 60 músicos, el máximo permitido con las distancias de seguridad- es la primera gran orquesta internacional que visita Barcelona desde marzo. Actuará en el Auditori con dos programas diferentes. El jueves ofrecerá la obertura de 'Tannhäuser' y la 'Sinfonía fantástica' de Berlioz. El viernes, el 'Concierto para piano núm. 2' de Rachmaninov con Alexei Volodin y la 'Sinfonía núm. 6, en si menor' o 'Patética' de Chaicovski. Y el sábado actuará en el Auditori de Girona con 'Sinfonía núm, 9', de Schubert, también conocida como la 'Grande'.

"Los músicos y los programadores tenemos una gran responsabilidad. Hay que demostrar que la cultura es posible a pesar de la pandemia", ha declarado este martes Gergiev, zar de la música y fiel aliado de la Agencia Camera, en una rueda de prensa en el Palau de les Arts de València, donde la noche antes realizó su primer concierto. Hoy partía hacia Madrid para actuar en el Auditorio Nacional. "Esperemos que la gira en España sea un éxito artístico y no tengamos ninguna sorpresa", ha añadido. "Hay que ser precavido pero no puedo tener miedo cuando estoy en el podio".

Pese a la pandemia él ya ha realizado varias giras con otras orquestas. Estuvo en Japón con la Filarmónica de Viena e hizo una gira por Alemania con la Filarmónica de Múnich. "En Europa viajar entre países es complicado porque obligan a hacer cuarentenas". Gergiev asumió hace 24 años la dirección general del Mariinski -antes fue su director artístico y musical-, el famoso centro de música y danza que se ha convertido en emblema de Rusia. "Dirigir música es la parte fácil. Lo complicado es coordinar y organizar a toda la gente que trabaja a mi alrededor", dice en referencia a los miles de artistas de ópera y ballet adscritos a él. "Trabajar con gente implica riesgos. No debes enfadarte con los artistas ni con el público. Debes estar tranquilo, concentrarte en tu trabajo y ser inteligente", declaró poco después de dejar claro su nulo interés en hablar de política.

200 conciertos al año

Ni quiso opinar sobre la detención del opositor Alexei Navalny, ni acerca de su apoyo al presidente Putin. "En todos los países hay tensiones y más cuando se acercan elecciones. En EEUU también pasan cosas raras y tampoco comento nada. Yo dirijo 200 conciertos al año y ya tengo suficiente. No tengo tiempo para otras cosas. La música es lo único que me interesa". Gergiev, que dentro de tres años cumplirá 70, cree que es hora para prepararse y disfrutar de la madurez. "Grandes directores como Solti, Maazel y Toscanini se mantuvieron activos hasta su muerte a los 80 o 85 años. Creo que tras los 70 uno solo puede mejorar", dijo en referencia a una broma que le gastó su maestro Ilia Musin. "Tras dirigir mi primera gran ópera y ver lo mucho que me quejaba, me dijo: 'Tranquilo todo es más fácil a partir de los 70'. Estoy llegando a esa etapa donde lo que cuenta no es tanto la energía sino la experiencia".

Espera poder saborearlo con el público en la sala y no a distancia, aunque la experiencia del Mariinski con el 'steraming' ha ofrecido espectáculos muy variados con los que ha logrado la friolera de 125 millones de visitas entre marzo y diciembre. "Incluso hemos hecho la tetralogía de Wagner, creo que hemos sido los únicos este 2020", recuerda.