Retrospectiva

La Filmoteca de Catalunya recupera a la Emma Cohen cineasta

El centro presenta, restaurados y digitalizados, todos los cortos, poco conocidos, que dirigió la actriz y pareja sentimental de Fernando Fernán Gómez

Emma Cohen, detrás de la cámara

Emma Cohen, detrás de la cámara

Quim Casas

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La recuperación de la obra como directora de la actriz Emma Cohen ha sido comisariada por Helena de Llanos, nieta de Fernando Fernán Gómez, pareja sentimental de Cohen desde mediados de los 70 hasta la muerte del actor y director en 2007, y podrá verse en la sala de la Filmoteca de Catalunya el jueves 14 y viernes 15. Los dos mismos programas se presentarán la última semana de enero en la sede de la Filmoteca de Madrid.

Es una recuperación importante, ya que de Cohen solo se conocía su trayectoria como actriz. Sus cinco cortos de ficción, a los que se añaden uno documental, el episodio de un filme colectivo y un capítulo de una serie de televisión, fueron realizados prácticamente al margen de la industria. Tras tantos años actuando, Cohen decidió experimentar como realizadora y sus trabajos se sitúan en el cine en los márgenes.

Cohen, de nombre real Emmanuela Beltrán, nació en Barcelona en 1946 y falleció en Madrid en 2016. Sin estar asociada a la Escuela de Barcelona y a la ‘gauche divine’, como Teresa Gimpera, Romy y Serena Vergano, intervino a finales de los 60 en algunos títulos residuales de aquel movimiento, como ‘Tuset Street’ y ‘El extraño caso del doctor Fausto’. 

Pero su vinculación con aquella generación de cineastas no sumisos liderada por Pere Portabella y Joaquim Jordà dio como fruto su primer corto tras la cámara, ‘La primera historia de Bartio’ (1969), producido por Films 59, la compañía de Portabella que una década antes había posibilitado ‘Viridiana’, de Luis Buñuel.

Cohen, a los 23 años, realizó un filme de corte experimental plenamente imbuido del ‘underground’ barcelonés de la época, no suficientemente bien ponderado ni estudiado. Para Cohen, el formato corto era una herramienta de sublevación contra el modelo instaurado del cine oficial y su misma forma de ser distribuido y consumido. La revista ‘Fotogramas’ llegó a considerarla la musa ‘underground’ de la modernidad (catalana).

Alternando la dirección y la intepretación

Instalada unos años después en Madrid, continuó alternando la realización de cortos de raíz a veces telúrica y casi siempre bastante irreverentes, estilística y políticamente hablando, con los cometidos como actriz en filmes españoles, coproducciones europeas y algún que otro 'exploit' (‘Españolas en París’, ‘El techo de cristal’, ‘Las petroleras’, ‘La semana del asesino’, ‘Aborto criminal’, ‘Nosotros que fuimos tan felices’, ‘Tigres de papel’), además de apariciones principales o secundarias en las películas de Fernán Gómez (‘¡Bruja, más que bruja!’, ‘Mambrú se fue a la guerra’, ‘El viaje a ninguna parte’).

En 1976 dirigió ‘La plaza’, con Fernán Gómez y Alfredo Landa, y dos años después ‘Quería dormir en paz’, con Manuel Alexandre y Fernán Gómez, a partir de un relato de Ignacio de Aldecoa. Uno de sus pocos trabajos estrenados es ‘Cuentos eróticos’ (1980), en el que dirigió una de los nueve episodios nada convencionales en torno al erotismo en la época de la Transición española y apareció como actriz en otro más.

Fotograma de 'El séptimo día del sol', de Emma Cohen

Fotograma de 'El séptimo día del sol', de Emma Cohen / El Periódico

Sus dos últimos cortometrajes, ambos de 1980, fueron ‘Yo que sé’, protagonizado una vez más por Fernán Gómez y un buen amigo de la pareja, el guionista Pedro Beltrán, y ‘El séptimo día del sol’, producido por Núria Espert. Volvió a la dirección una década después con ‘María de las noches’, primer episodio de la serie de televisión ‘Delirios de amor’, emitida en el verano de 1989 y en la que participaron otros cineastas tan inclasificables como ella, Iván Zulueta, Adolfo Arrieta y Gonzalo García Pelayo, además de Ceesepe, Luis Eduardo Aute y Moncho Alpuente. Eran buenos tiempos para la creación televisiva en España.

Las películas, cuyos negativos originales se conservaban en las filmotecas de Barcelona y Madrid, han sido convenientemente restauradas contando con la complicidad de aquellos que ayudaron a financiarlas.

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