Museos frente al covid

La Fundació Miró sortea el año del virus y encara un "difícil 2021"

El director del centro artístico, Marko Daniel, no prevé que se pueda recuperar el nivel de visitantes de antes de la pandemia hasta el 2022 o 2023

La programación para el año que empieza prevé una gran exposición sobre la relación del artista con el grupo ADLAN, en la Barcelona republicana de los años 30

El director de la Fundació Miró, Marko Daniel, ante el edificio del museo.

El director de la Fundació Miró, Marko Daniel, ante el edificio del museo. / ORIOL CLAVERA

Anna Abella

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“El 2020 ha sido muy difícil y el 2021 lo será más. Nos creemos que lo estamos superando pero aún tardaremos en notar el efecto de las vacunas y la crisis económica no desaparecerá con ellas. Me temo que nosotros no recuperaremos el nivel de visitantes de 2019 hasta 2022 o 2023. Pero al menos ya sabemos cómo afrontarlo y trabajamos de cara al futuro con un optimismo moderado, prudencia y realismo”, señala Marko Daniel, director de la Fundació Miró, con la vista puesta en 2025 -cuando el centro celebrará su 50º aniversario-, en la programación de mínimos para 2021 -con una importante exposición de Joan Miró y el grupo de vanguardia ADLAN, Amics de l’Art Nou-, y haciendo balance del año en que llegó la pandemia, en el que baraja una reducción de las visitas de entre el 80 y el 85 % respecto a un 2019 en que habían crecido un 3%. Un descenso, apunta, sufrido por igual en la mayoría de museos, “como el Picasso, la Fundació Tàpies o los Dalí de Figueres”.  

Aunque durante el confinamiento llegó a pensar que no podrían volver a abrir, Daniel se muestra agradecido “al visitante de Barcelona y Catalunya que estos nueve meses no ha dejado de venir y que ha aumentado respecto a años anteriores”. Pero también, añade el director de la Fundació en una entrevista a este diario, a las administraciones públicas, sin cuyas subvenciones no habría podido paliar las pérdidas de ingresos previstas por el covid, de 3,4 millones de euros. Las cifras están ahí, detalla: el Ayuntamiento de Barcelona ha aportado un millón de euros, la Generalitat, 870.000, y la Diputació de Barcelona, 100.000, todos con partidas “extraordinarias”. Desde el Ministerio de Cultura, este 2020 han recibido solo la ayuda ordinaria, de 90.000 euros, pero que en 2021 “llegará a 500.000”, augura. Esas subvenciones, junto con el aumento de patrocinio y las medidas de ahorro implementadas desde marzo por valor de 1,2 millones de euros (un erte, aún vigente en parte de la plantilla, o la suspensión de contratos de algunos servicios externos) han dado un respiro a la Miró.  

'Aidez l'Espagne' (1937), obra de Joan Miró, que podrá verse en la exposición de ADLAN.

'Aidez l'Espagne' (1937), obra de Joan Miró, que podrá verse en la exposición de ADLAN. / FUNDACIÓ MIRÓ

La Fundació, que en 2019 acogía la aportación de un millón de euros durante una década por parte del coleccionista Antoni Vila Casas, lleva 45 años autofinanciándose gracias a los ingresos propios generados en gran parte por los visitantes y turistas que, apunta su director, “han pagado con las entradas la protección del patrimonio, artístico y arquitectónico" que supone la obra de Joan Miró y el edificio diseñado con la complicidad del arquitecto Josep Lluís Sert. Ahora, “en este momento de crisis, cuando los turistas no pueden venir, defendemos que las administraciones públicas aporten el dinero necesario para conservar este patrimonio público”, demanda, mientras mantiene contactos fluidos con estas para elaborar el presupuesto de 2021 en función de las nuevas ayudas.

Hasta que no se recupere el turismo y respondiendo a las necesidades del visitante local, que suele trabajar durante la semana, la Fundació seguirá abriendo solo de viernes a domingo (al margen de visitas concertadas), como viene haciendo desde la reapertura tras el confinamiento, con la excepción de estas fechas navideñas, en que se han ampliado los días. 

Visionarios en la BCN republicana

Y si este 2020 han brillado las muestras de Antoni Llena y Nalini Malani, reservan para el 12 de marzo una gran exposición, la que reconstruye la relación de Miró con el grupo cultural ADLAN, surgido en la Barcelona republicana de los años 30 para defender la modernidad y difundir el arte nuevo, con nombres como Sert, J.V. Foix, Sebastià Gasch, Joan Prats y Adelita Lobo. 

Comisariada por Jordana Mendelson, Joan M. Minguet y Muriel Gómez, la muestra probará cómo estos visionarios, que querían regenerar la cultura catalana y tomaron a Miró como estandarte de ese arte moderno y experimental, irradiaron su actividad al resto de España y su influencia llegó a la posguerra y hasta los años 70.  

'Flama en l'espai i dona nua' (1932), pieza de Joan Miró que se expondrá en la muestra de ADLAN. 

'Flama en l'espai i dona nua' (1932), pieza de Joan Miró que se expondrá en la muestra de ADLAN.  / FUNDACIÓ MIRÓ

“Estos Amics del Art Nou fueron intelectuales, artistas, músicos, escritores, coleccionistas… que apoyaron a la cultura desde la sociedad en la Barcelona de los años 30 –recalca Daniel-. Hoy, con esta crisis, nos encontramos en un momento en que defendemos que es necesario hacer lo mismo: teatros grandes y pequeños, salas de concierto, locales de música en directo, museos, galerías de arte… necesitan nuestro apoyo como público y visitantes”. Y, añade: “en Barcelona hay que apostar por un turismo cultural”. 

En el Espai 13

Hasta el 14 de marzo, el Espai 13, plataforma del arte emergente, acoge ‘vis.’, una instalación de Julia Spínola que alude a la dificultad de fijar los objetos en el espacio y a la inestabilidad de las imágenes. El 25 de marzo tomará el relevo una muestra de Lorea Alfaro y Jon Otamendi. Mientras, desde el 15 de enero, dentro de las habituales exposiciones de fotografía en el vestíbulo de la Fundació, se presentará el proyecto experimental de Violeta Mayoral, que evoca la intemperie para simbolizar cómo los artistas desarrollan una carrera contracorriente y en plena crisis.

En paralelo, el centro presentará exposiciones itinerantes en el Musée Rolin de Autun (Francia), en la Embajada de España en París y en el Museu Can Mario de la Fundació Vila Casas (Palafrugell). Porque, “si el turista no puede venir, llevaremos a Miró hasta él”.

Traslado del Archivo

Daniel prevé además, gracias a fondos FEDER de la UE, el traslado del archivo a la torre octogonal, que Miró y Sert concibieron como punto de intercambio del conocimiento. “Es una colección de dibujos y obras en papel de 10.000 originales. Ahora son solo accesibles a los investigadores y así podremos exponer una parte al público integrándolos en la colección permanente”. Ello, y la especialización de la Biblioteca en Miró y la historia del museo, potenciará la investigación, en línea con la Cátedra Fundació Joan Miró- Universitat Pompeu Fabra, de reciente creación. E insistiendo en la reivindicación de la modernidad de Miró, en junio publicarán su biografía, pensada para jóvenes, ilustrada por la artista Marta Altés y con textos de Gemma Gallardo.