El director Florian Zeller nos explica las anécdotas de 'El padre'

Una de las películas más ambiciosas de la temporada acaba de llegar a nuestras pantallas. Se trata de El padre, un drama que se ha paseado durante años con gran éxito por los teatros del mundo (en nuestro país la protagonizó Héctor Alterio) y que ahora se ha convertido en una película dirigida por su propio autor, el francés Florian Zeller. Pero aún hay más alicientes porque el reparto es de lujo encabezado por los oscarizados Anthony Hopkins y Olivia Colman (La favorita) perfectamente acompañados por Olivia Williams (Mensajero del futuro, El escritor), Mark Gatiss (Mycroft Holmes en Sherlock), Rufus Sewell (Dark City, El hombre en el castillo) e Imogen Poots (28 semanas después, Vivarium).

El protagonista es un anciano de 80 años que vive solo aunque su hija acude frecuentemente a su casa para ayudarle. Es un hombre muy independiente por lo que se enfrenta sistemáticamente a las cuidadoras que contrata su hija para que le hagan la vida más fácil. Pero algo empieza a no cuadrar, la gente con la que trata cambia de rostro e incluso duda si su hija piensa marcharse a vivir a París o está felizmente casada. Todo su mundo empieza a hacerse añicos y ya no puede tener la certeza de casi nada.

Es una original, elegante y delicada aproximación al drama del Alzheimer que pone al espectador en la piel del protagonista ¿está siendo víctima de un complot o está perdiendo la cordura? Participas de sus dudas y miedos y te sientes tan desorientado como él con cada nueva escena. Se da la circunstancia de que en sus representaciones por todo el mundo casi todos los actores que han interpretado este personaje han obtenido múltiples galardones y se da como seguro que Hopkins competirá en la carrera de premios de este año que está a punto de empezar. Para saber más detalles de esta película, el director Florian Zeller, explica a los lectores de EL PERIÓDICO cómo fue el rodaje.

-Dirigiendo una primera película. “El padre es la adaptación de una de mis obras. Así que conocía muy bien el material. Y como vengo del teatro, no estaba totalmente perdido. Mi vida siempre ha consistido en trabajar con actores, intentar contar historias, compartir emociones con el público... En cierto modo, fue como la continuación de algo que ya sabía”.

-Debutar con Anthony Hopkins. “La primera vez que conocí a Anthony Hopkins, por supuesto, me quedé un poco impresionado. El reto no podía ser mayor. Pero después de cinco minutos, supe que sería bastante fácil trabajar con él. Es un ser humano tan agradable. Y tan humilde... El día después de que nos conocimos, ¡me llamó a mi hotel solo para asegurarse de que no había cambiado de opinión durante la noche! Para un actor, ser humilde significa intentar no servirte a ti mismo, sino a la historia, a las emociones, la visión del director. Esa es la actitud de los más grandes”.

-André en la obra, Anthony en el cine. “Cuando empecé a soñar con hacer esta película, la única cara que me vino a la mente fue la de Anthony Hopkins. Tenía la absoluta convicción de que sería extraordinario en este personaje. ¡Esa es la razón por la que decidí hacer esta película en inglés y no en francés! Y como escribí el guion pensando en él, llamé al personaje Anthony. Quería que supiera que el guion fue escrito solo para él. Y también sabía que sería como una puerta que podría abrir en cualquier momento durante el rodaje, una puerta que se abriera a sus emociones personales y secretas, y tal vez a su propio sentimiento de mortalidad”.

-Del teatro al cine. “Lo que no quería hacer era simplemente filmar una obra de teatro. No es muy emocionante y quería hacer algo lo más cinematográfico posible. Eso sí, cuando se trata de una adaptación teatral, la primera idea que tienes o los primeros consejos que recibes es siempre escribir nuevas escenas, al aire libre si es posible, para alejarte lo más posible del teatro. Para El padre, tomé la decisión de quedarme en el mismo espacio, pero usar ese espacio de manera cinematográfica”.

-Un apartamento cambiante. “Al comienzo de la película, descubrimos que estamos en el apartamento de Anthony. No hay duda de ello. Pero paso a paso, podemos ver algunos pequeños cambios, una metamorfosis en el apartamento. Quería que el espectador reconociera el espacio. Pero, al mismo tiempo, que tuviera alguna duda: ¿sigue siendo el mismo lugar? Rodamos la película en un estudio para que tuviera la libertad de hacer todo lo que quisiera: quitar una pared, cambiar la proporción, los colores… Era una forma de jugar con la sensación de desorientación del público. Porque no quería que El padre fuera solo una historia. Quería que fuera como una experiencia, la experiencia de lo que podría significar perder el rumbo”.

-La ópera en la banda sonora. “Amo la ópera. Durante la preparación de la película, hablé mucho con Anthony sobre música. Y descubrimos que ambos estábamos profundamente conmovidos por el aria de Los pescadores de perlas, de Bizet. Es absolutamente desgarrador. Me dijo que siempre había soñado con hacer una película con esta música. La usé tres veces en El padre. ¡Ahora puedo decir que he cumplido este sueño tres veces! Eso es lo menos que podía hacer, ya que él ha cumplido el mío: ¡hacer esa película con él como protagonista!

-Hopkins bailando claqué. “La historia de la película es triste, pero también hay momentos de alegría. Especialmente cuando Anthony se enfrenta a esta hermosa y joven cuidadora, interpretada por Imogen Poots, y se vuelve encantador. Recuerdo que hablamos principalmente sobre su vestuario. Cuando le sugerí una bata roja, algo pasó en su cabeza, ¡y empezó a improvisar bailando claqué como un profesional! Fue muy divertido para todos ver esto en el set.

-La bofetada. “En una escena, Mark Gatiss debía darle una bofetada a Anthony. Pero no es fácil abofetear a una leyenda. Especialmente para Mark, que lo considera el mejor actor vivo. Pero realmente necesitaba que fuera cruel y agresivo. Anthony aceptó el juego. Le dijo a Mark que no disimulara y lo hiciera real y así fue… Y después de la primera bofetada, Anthony ¡se cayó hacia atrás!