Crítica de cine

Crítica de 'Host': pánico en tiempos de Zoom

El filme genera una atmósfera de tensión y amenaza crecientes y resulta eficaz en buena medida porque da la sensación de transcurrir en tiempo real

Estrenos de la semana. Tráiler de "Host"

Nando Salvà

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Las posibilidades del ‘ webcam horror’ ya han sido exploradas por títulos como ‘Eliminado’ y ‘Open Windows’, pero ninguno de ellos capturó el zeitgeist como ‘Host’ lo hace ahora. Rodada al principio de la pandemia y ambientada enteramente en el seno de una videollamada, la película contempla a un grupo de amigos que, durante una sesión de espiritismo ‘online’, reciben la visita de una presencia demoníaca capaz de moverse entre las casas de cada uno de ellos.

‘Host’ resulta eficaz en buena medida porque da la sensación de transcurrir en tiempo real y porque, pese a que su catálogo de sustos no es especialmente original -pasillos inquietantes, muebles que se mueven, cuerpos arrastrados a la oscuridad o suspendidos en el aire-, el director Rob Savage les da nueva vida al vincularlos a nuestra propia experiencia de uso de la aplicación Zoom y nuestro conocimiento de su interfaz.

Las caracterizaciones de los personajes resultan débiles, las convenciones del género son manejadas sin sutilezas y varios de los mecanismos argumentales no responden a la lógica sino a la búsqueda del golpe de efecto; pero nada de eso impide que ‘Host’ genere una atmósfera de tensión y amenaza crecientes, en buena medida por la economía narrativa que sus 56 minutos de metraje garantizan. En todo caso, lo que le proporciona la mayor parte de su impacto dramático es la precisión con la que reproduce un aislamiento y una paranoia que nos resultan dolorosamente familiares.