La música que el covid se llevó

El destrozo irreparable que el coronavirus ha causado en el sector de la música popular no se ha limitado a las ruinosas consecuencias de la cancelación de las actuaciones con público. Decenas de artistas, muchos de ellos todavía en activo, han perdido la vida en los últimos meses víctimas del covid-19. Estos son algunos de los nombres más destacados de una lista de bajas trágicamente larga.

MANU DIBANGO (24 marzo. 86 años)

Saxofonista camerunés cuya inabarcable carrera, desarrollada con un pie en Europa y otro en su continente natal, resulta indispensable para entender la difusión internacional de los ritmos africanos a partir de los años 70. Su mayor éxito, el irresistible 'Soul Makossa' (1972), fue saqueado por Michael Jackson en la trepidante 'Wanna be startin’ something'.

ALAN MERRILL (29 marzo. 69 años)

Neoyorquino expatriado en Londres en los años del fogonazo glam-rock, Merrill fundó el grupo The Arrows bajo la tutela del exmánager de los Who Peter Meaden y, en 1975, dio en la diana de la inmortalidad con 'I love rock’n’roll', una canción coescrita junto al guitarrista Jake Hooker de la que casi nadie tuvo noticia hasta que Joan Jett la convirtió en un superéxito planetario en 1982.  

WALLACE RONEY (31 marzo. 59 años)

Uno de los más brillantes trompetistas de jazz de su generación. La trayectoria de Roney quedó indisolublemente ligada a la sombra de Miles Davis desde que este lo acogió a mediados de los 80 como discípulo y continuador, una distinción que propulsó la carrera de Roney pero también le reportó injustas acusaciones de ser un mero imitador

CRISTINA (31 marzo. 61 años)

Usando su nombre de pila como marca artística, Cristina Monet-Zilkha se convirtió en una presencia emblemática, aunque fugaz, en la escena 'underground' neoyorquina que se formó en los años 80 en torno al sello ZE Records, a la que aportó desacomplejados números de pop bailable y excéntrico como 'Disco Clone' y 'Things Fall Apart'. 

ELLIS MARSALIS (1 abril. 85 años)

Pianista, saxofonista y profesor, el patriarca del clan Marsalis era toda una institución musical de Nueva Orleans que no dudó en desafiar el tradicionalismo de la ciudad para apostar por corrientes renovadoras como el bebop y el hard-bop. Su labor docente ha marcado a varias generaciones de músicos criados en la cuna del jazz. Un gigante.

ADAM SCHLESINGER (1 abril. 52 años)

Estajanovista del power-pop. Colideró los radiantes Founains of Wayne, que obtuvieron un éxito menor con la mayúscula 'Stacy’s Mom'; militó en los deliciosos Ivy y en el muy infravalorado supergrupo Tinted Windows; compuso el 'hitazo' 'That thing you do!' para la película 'The Wonders', y produjo los dos últimos álbumes de The Monkees. Entre otras muchas cosas buenas.

BUCKY PIZZARELLI (1 abril. 94 años)

Reverenciado guitarrista de jazz y fundador de una saga de instrumentistas, desarrolló una vastísima labor como músico de sesión. La amplitud de su rango y su falta de prejuicios le permitían pasar de Benny Goodman a Frankie Avalon sin rebajar la excelencia. Ray Charles, Frank Sinatra, Miles Davis, Zoot Sims, Tony Bennett, Dion, Paul McCartney y mil más recurrieron a sus seis cuerdas.

HAL WILLNER (7 abril. 64 años)

Fecundo productor de amplio espectro, supervisor de bandas sonoras y director musical del programa 'Saturday Night Live', Willner destacó sobre todo como visionario diseñador de espectáculos y promotor de una serie de discos temáticos o de tributo en los que logró implicar a una nómina de colaboradores sencillamente apabullante.

JOHN PRINE (7 abril. 73 años)

Bob Dylan lo admiraba. Bruce Springsteen, también. En el mundo de la música popular norteamericana, pocos avales pueden valer tanto como esos. Prine fue un titán del country y el folk que prefirió vivir alejado de las turbulencias de la fama y retratar con su precisa caligrafía la dura existencia de la clase trabajadora estadounidense en un puñado de álbumes memorables.

EDDY DAVIS (7 abril. 79 años)

Reputado intérprete de banjo y entusiasta divulgador de la música dixieland, Davis lideró durante más de 35 años la New Orleans Jazz Band, grupo de jazz tradicional en el que tocaba el clarinete un tal Woody Allen. Juntos, acudieron regularmente a la cita semanal en el Michael’s Pub de Nueva York e hicieron giras por todo el mundo.

LEE KONITZ (15 abril. 92 años)

Este superviviente eterno de la era dorada del bebop tenía la reputación de ser uno de los pocos altosaxofonistas de su generación que supo escapar a la influencia ubicua de Charlie Parker para forjar un estilo propio que halló su mejor canal de expresión en las aguas calmadas y depuradas del cool jazz. Grabó con los mejores porque era uno de ellos.

EL PRÍNCIPE GITANO (22 abril. 92 años)

"An de snou frai / an de colei grei Chicago / mun beibi beibi charlis morlis / de in the gueto". La carrera de Enrique Castellón Vargas, actor, bailarín y estimable intérprete de rumba y copla (fue el primero en cantar 'El porompompero'), quedó abducida por la descacharrante versión que hizo del 'In the ghetto' de Elvis Presley en inglés de camelo, un monumento a la audacia y la desfachatez. 

FRED THE GODSON (23 abril. 35 años)

La influyente revista 'XXL' lo incluyó en el 2011 en su lista de los raperos más prometedores para la nueva década, pero este artista del Bronx, admirado por sus pares por la calidad de sus rimas y su talento para el 'freestyle', prefirió desarrollar su carrera en la libertad de la escena 'underground' y no llegó nunca a dar el salto a un gran sello.

DAVE GREENFIELD (3 mayo. 71 años)

Si algo distinguió a The Stranglers del resto de bandas surgidas en la primera hornada del punk británico, además de la respetable edad de algunos de sus miembros, fue el omnipresente e imaginativo sonido del teclado de Greenfield, un músico que, además de exhibir abiertamente su admiración por los grupos de rock progresivo, lucía bigote. Doble anatema en la era del imperdible. 

VÍCTOR VÍCTOR (16 julio. 71 años)

Después de iniciar su andadura artística como intérprete de merengue y son, el dominicano Víctor José Rojas fue, junto con Juan Luis Guerra y Sonia Silvestre, uno de los grandes renovadores de la bachata, género que contribuyó a popularizar con composiciones como 'Te busco', que Celia Cruz convirtió en bolero memorable, y, sobre todo, 'Mesita de noche'. 

TRINI LÓPEZ (11 agosto. 83 años)

Este cantante y guitarrista tejano cosechó un gran éxito en los años 60 adaptando himnos del folk estadounidense y la canción hispanoamericana en un contexto de rock’n’roll. Compartió giras con los Beatles, llegó a la cima con 'If I had a hammer', actuó en 'Doce del patíbulo' y, gracias a su amistad con Sinatra, vivió una confortable decadencia en los casinos de Las Vegas.

JOAQUÍN CARBONELL (12 septiembre. 73 años)

Figura clave de la música popular aragonesa, creció a la sombra de su maestro y amigo José Antonio Labordeta, de quien fue biógrafo, y, en su medio siglo de vida musical (efeméride que tuvo ocasión de conmemorar justo antes del confinamiento), destacó como un cantautor de irónico ingenio y profundo aliento poético.

TOOTS HIBBERT (12 septiembre. 77 años)

Es imposible sobrevalorar la importancia que este gigante de la música jamaicana tuvo en la gestación y popularización del reggae. Baste decir que una de sus canciones dio nombre al género ('Do the Reggay', de The Maytals) y que clásicos tan rotundos como '54-46 was my number', 'Monkey Man' y 'Pressure Drop' salieron de su pluma y su garganta. 

TOMMY DEVITO (21 septiembre. 92 años)

Miembro fundador del grupo The Four Seasons, institución del pop vocal estadounidense encabezada por el prodigioso Frankie Valli que sacó su nombre de una célebre bolera de Nueva Jersey y cuya rutilante y accidentada carrera inspiró, primero, un exitoso musical de Broadway y, más adelante, una película de Clint Eastwood ('Jersey Boys'). 

CHARLEY PRIDE (12 diciembre. 86 años)

Cuando este cantante y exbeisbolista profesional publicó sus primeros discos a mediados de los 60, su discográfica decidió omitir su fotografía en el material promocional. La razón es que cantaba country y era negro, una combinación insólita en unos años en los que la raza levantaba unos imponentes muros físicos y mentales que Pride se atrevió a saltar para convertirse en toda una estrella.

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