Drama criminal

'La vampira de Barcelona': el bajo vientre barcelonés

Lluís Danés coloca a Enriqueta Martí como motor de los acontecimientos, pero no conductor de los mismos, en una recreación plástica y moral de la época

Estrenos de la semana. Tráiler de 'La vampira de Barcelona'

Tráiler de 'La vampira de Barcelona'. / periodico

Quim Casas

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Convertida en vampira –como Peter Kürten, el asesino en serie alemán conocido como ‘El vampiro de Düsseldorf’– sin serlo, Enriqueta Martí ilustra como ninguna otra la historia criminal de la Barcelona de la década de 1910.

El personaje en sí mismo, y aún más el contexto de aquella Barcelona tan burguesa como canalla, da mucho juego. Reciente el cómic sobre el mismo tema y con idéntico título, del que la película hereda ciertas soluciones formales, ‘La vampira de Barcelona’ se acoge también a la estructura e ideario de ‘From hell’, el cómic de Alan Moore que jugaba con la posible identidad de Jack el destripador.

 El Londres victoriano y la Barcelona post-Semana Trágica son intercambiables, sobre todo en sus callejuelas de adoquines húmedos de los bajos fondos, allí donde anida el deseo y la corrupción. El filme realizado por Lluís Danés incide en esta línea, colocando a la supuesta vampira barcelonesa como personaje motor de los acontecimientos, pero no conductor de los mismos.

 Se trata, en esencia, de una recreación plástica y moral de la época, rodada en blanco y negro digital salpicado de aisladas motas de color. Enriqueta es la supuesta asesina, pero el trazado narrativo y emocional le pertenece a un periodista obsesionado con el caso y con ese bajo vientre barcelonés en el que las perversiones burguesas campan a sus anchas.