QUE NO PARE LA MÚSICA

Un ampurdanés en Hollywood

Marc Timón se ha hecho un lugar en Los Ángeles como autor de bandas sonoras y el Palau de la Música le rinde honores acogiéndolo como compositor invitado de la temporada

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zentauroepp55999536 marc timon201201133644 / JORDI COTRINA

Jordi Bianciotto

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Hace cinco años, Marc Timón dejó su empleo como músico de la Cobla Sant Jordi-Ciutat de Barcelona y se largó a Los Ángeles porque tenía, me cuenta, “ganas de mambo”. Apasionado de las bandas sonoras, se plantó allí sin contactos ni faenas apalabradas; tan solo con un premio bajo el brazo, el Jerry Goldsmith, que debe su nombre al autor de músicas de filmes como ‘El planeta de los Simios’ o ‘Instinto básico’. Desde entonces, se las ha apañado para hacer realidad algo que, en nuestras coordenadas, casi nunca supera la fase de la conversación especulativa de barra de bar: abrirse paso en el dorado e hipercompetitivo Hollywood. Y si no fuera por la pandemia, ahora estaría en su apartamento de Santa Mónica, extrayendo energía de esas puestas de sol frente a “the ocean” que tanto le gustan. “Me cargan las pilas”.

El virus le trajo de vuelta a casa el pasado verano y, no todo son cosas malas, podemos disfrutar de sus artes largamente en el Palau de la Música, que lo ha distinguido como compositor invitado de toda esta temporada. Otro desafío para este muchacho de Castelló d’Empúries que un día se rebeló ante su destino. “Nací con un ‘tible’ en las manos”, ilustra a modo metafórico, en alusión al instrumento de viento. Con la Cobla Sant Jordi, trabajó para que el imaginario sardanístico expandiera horizontes. “Grabamos un disco con Niño Josele que ahí se quedó, aunque en Estados Unidos tuvo muy buenas críticas”, explica. “La cobla es una formación muy potente, pero es un Ferrari que solo va a 30 por hora. Si superara sus estigmas y se mostrara con todo su poder, estallaría a escala mundial”. 

Uno entre 200

Incapaz de quedarse quieto en una misma casilla, su primera composición, a los trece años, fue “una sardana al estilo de John Williams”, casando la cobla con la épica cinemática de ‘La guerra de las galaxias’. Hollywood estaba todavía lejos de ser un sueño. Era más bien una seductora fuente de inspiración. Fue más tarde cuando comenzó a imaginarse lo que podría llegar a hacer con más medios y en el entorno preciso. Así se personó en Los Ángeles, iniciándose como ‘ghost writer’ (escritor a sueldo) para la Marvel, y firmando poco a poco ‘scores’ de filmes y series (‘The bestowal’, ‘In absentia’, ‘Hathor’) superando a veces procesos de selección de doscientos compositores.

La selva de Hollywood

Trabajar en Hollywood es una bofetada para el ego, advierte Marc Timón, “porque aquello es una selva y tú eres uno más”, pero no hay que tomarse las afrentas como algo personal, sino aprender de ellas. Dar el salto a las Américas fue un acierto, porque “si te quedas aquí, es fácil creerte que eres alguien por haber ganado algún premio o salir en la prensa”. Su ideal es vivir a caballo de Los Ángeles y Catalunya, sin dejar de seguir de cerca proyectos como ‘Maestro’, el exuberante concierto electrónico con la gerundense GIOrquestra, que comenzó a girar antes del covid-19. Pero ahora hay que esperar. “El año pasado crucé el Atlántico 14 veces. Eso era la felicidad para mí”, suspira. Adiós, hasta nueva orden, a los vuelos directos de Norwegian por 300 euros. Pero Marc no pierde el tiempo: en estos meses ha grabado tres discos (uno de piano y otros de corte pop), mientras escribe una novela y anuncia el más difícil todavía: dirigir su primer corto. “Necesito adrenalina, y el cine me la da”.

En la senda de los gigantes

Como compositor invitado de esta temporada en el Palau, Marc Timón protagoniza numerosos conciertos, ya sea como autor o director de orquesta. El 21 de diciembre rendirá homenaje a los clásicos del cine con la GIOrquestra en formato de cámara. Más adelante, en 21 de junio, estrenará en Europa el ‘Scherzo para piano y orquesta’ de uno de sus ídolos, John Williams.

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