ÓBITO

Muere la crítica de danza Montse Otzet

Trabajó en diferentes publicaciones, entre ellas El Periódico de Catalunya entre 1980 y el 2009, y fue una de las fundadoras de la revista 'Dansa-79'

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Marta Cervera

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Monste García Otzet (Barcelona, 1950), crítica de danza de El Periódico de Catalunya de 1980 al 2009, ha fallecido hoy tras una larga enfermedad a causa de una neumonía en el Hospital de Valle Hebrón, donde ingresó el viernes con dificultades respitarorias. 

Otzet dedicó la vida a su pasión por la danza y el movimiento que experimentó desde diferentes ángulos. A finales de los años 70 fundó junto a Carmen del Val y Beatriu Daniel la primera revista española dedicada únicamente a esta disciplina: Dansa-79.  Con su grabadora en mano Otzet y del Val perseguían tanto a primeras figuras como Rudolf Nureyev, a quien consiguieron entrevistar poco después de ser nombrado director del Ballet de la Ópera de París, como a todas aquellas compañías y creadores independientes surgidos en los primeros años de democracia en España tras la dictadura franquista. Los 51 números de aquella publicación pionera y bimestral, aprecidos entre 1979 y 1986, pueden consultarse en la Biblioteca de Catalunya.  

Pequeño gran movimiento

Otzet, que además de colaborar con diferentes publicaciones se encargó de la gestión y comunicación de compáñías de danza como Gelabert-Azzopardi. Este año ella fue la encargada de elaborar y leer el mensaje del último Día Internacional de la Danza en Catalunya, el pasado 29 de abril. Lo tituló 'Pequeño gran movimiento' y en él más allá de reclamar "una parte de ese 2% para Cultura que merece la danza" animó a contemplar el baile más allá de los escenarios y a apreciar como si se tratara de danza los movimientos y gestos cotidianos.

Será raro no verla más en las gradas del Mercat de les Flors -donde hace un mes asistía al espectáculo de Maguy Marin- o de otros escenarios junto a Carmen de Val, crítica de El País y fiel amiga. Del Val estuvo a su lado cuando una grave enfermedad la obligó a estar en silla de ruedas, un periodo difícil que superó gracias a el contante y decidido apoyo de su colega. Ella misma explica que no habrá ceremonia alguna:  "Montse no quería nada  tras su muerte: solo que sus cenizas se esparcieran en Cadaqués". Cuando haga un buen día y se acaben las restricciones que impiden cambiar de comarca, su deseo será cumplido.