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Crítica de 'Helmut Newton: the bad and the beautiful': entre el feminismo y la misoginia

El único interés del director es hacernos valorar al fotógrafo que moldeó la imagen de la alta costura por su humor, su ingenio y su capacidad de subversión

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Helmut Newton: the bad and the beautiful'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Helmut Newton: the bad and the beautiful' / periodico

Nando Salvà

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El trabajo de Helmut Newton, el fotógrafo que moldeó la imagen de la alta costura en las revistas de moda de varias décadas, sigue generando debate entre quienes lo consideran un arma de empoderamiento femenino y los que creen que usaba a las mujeres como meros objetos. A juzgar por el perfil que aquí ofrece el director Gero von Boehm, en todo caso, quienes pasaron frente a su cámara lo adoraban. Usando mayormente las voces de mujeres que trabajaron para él como Claudia Schiffer, Grace Jones o Isabella Rossellini -el único testimonio masculino lo ofrece el propio Newton a través de material de archivo-, la película ofrece argumentos no siempre convincentes para limpiar el nombre de su protagonista.

Von Boehm no presta verdadera atención a la posibilidad de que Newton realmente fuera un misógino, ni se pregunta qué era lo que lo obsesionaba de las formas femeninas, ni da espacio a opiniones no abiertamente elogiosas a pesar de que hacerlo nos habría ayudado a comprender mejor tanto al artista como su obra y a entender, por ejemplo, cómo un judío que estuvo a punto de morir a manos de los nazis sentía tanta fascinación por Leni Riefenstahl. Su único interés es hacernos valorar a Newton por su humor, su ingenio y su capacidad de subversión. Y contemplando sus fotografías, a decir verdad, es difícil resistirse.