CRÍTICA DE CINE

'Sin señas particulares': odiseas interiores

El área fronteriza del norte de México inspira un filme con grandes dosis de empatía sobre la tragedia que afrontan tanto quienes intentan huir como quienes son dejados atrás

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Sin señas particulares'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Sin señas particulares'. / periodico

Nando Salvà

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El área fronteriza del norte de México, un lugar increíblemente hostil que engulle a muchos de quienes se adentran en él de camino a Estados Unidos, es el escenario de la estupenda ópera prima de Fernanda Valadez. En concreto, la película pone en común la epopeya de una madre que busca a su hijo desaparecido -y posiblemente muerto- con la de un joven deportado del país vecino que trata de encontrar a su propia madre, y contempla cómo ambos forman una alianza calladamente conmovedora mientras viajan a través del territorio.

'Sin señas particulares' se expresa sobre todo usando el lenguaje visual, exhibiendo detalladas composiciones y echando mano de recursos como el desenfoque y los primeros planos para aumentar la tensión dramática y evocar tanto el aislamiento de los personajes como la incertidumbre que sienten respecto al entorno. Combinando esa propuesta formal con el uso expresivo de los silencios, Valadez genera grandes dosis de empatía hacia aquellos que intentan sobrevivir a la violencia y la desesperación económica, y deja clara la tragedia que afrontan tanto quienes intentan huir como quienes son dejados atrás. Lacerante como retrato humano de una tragedia sin fin y como exploración de la angustia que provoca la pérdida, 'Sin señas particulares' obtiene de la contención su contundente poder dramático.