crítica de libros

Crítica de 'El bebé es mío': un 'thriller' en confinamiento

La nigeriana Oyinkan Braithwaite ambienta su segunda novela en plena pandemia de coronavirus

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Marta Marne

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El 30 de marzo de 2020 el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, decretó el confinamiento durante 14 días de los ciudadanos de Abuya y Lagos debido a la pandemia de coronavirus. Tras una discusión con su novia, Bambi se queda en la calle y sin un lugar donde recluirse esas dos semanas. Recuerda la casa de su abuelo y la supone deshabitada. Pero al llegar descubre que allí están conviviendo su tía Bidemi —que ha perdido a su marido Folu por el virus—, Esohe —la antigua amante de Folu—, y un bebé. Si a su llegada las dos mujeres afirman que el niño es de Bidemi, con el paso de los días de encierro Esohe sostendrá que es de ella.

Este es el escenario escogido por la escritora Oyinkan Braithwaite para ambientar su última novela ‘El bebé el mío’ (Alpha Decay, 2020), obra que ha visto la luz en castellano antes que su original en inglés. En 96 páginas, Braithwaite construye una obra opresiva por cercana; la imposibilidad de salir de casa, el cierre de negocios, la crisis económica. 

A través de la narración de Bambi, se nos plantea un marco asfixiante con tres personas que se ven obligadas a compartir vida, comida y los cuidados de un bebé, y que no confían las unas en las otras. Ante el escepticismo de Bambi frente a las dos mujeres surge una pregunta que resuena de fondo: ¿qué nos convierte más en madres o en padres, el amor y los cuidados o los lazos de sangre? Y todo ello regado con reflexiones acerca de la infantilización de los adultos en pleno siglo XXI, su incapacidad de enfrentarse a los problemas o de afrontar la crianza de los hijos. No se puede pedir más en menos páginas.