ENTREVISTA

Jamie Cullum: "Odio utilizar la palabra 'adulto'"

El músico británico evoca el espíritu de los clásicos álbumes navideños en 'The pianoman at Christmas', un frondoso trabajo orquestal compuesto en el confinamiento

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Jordi Bianciotto

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Jamie Cullum toma la Navidad como coartada para desafiarse a sí mismo en ‘The pianoman at Christmas’, un álbum en que se luce como compositor evocando sin manías, y con alta resolución, a los autores de estándares de otro tiempo. Números de swing parpadeantes y baladas orquestales con toque de cascabel evocan en sus manos el clásico espíritu de las fiestas en una exuberante grabación registrada en Abbey Road.

¿Qué le llevó a idear un álbum de canciones navideñas?

Hay 50 o 60 canciones de Navidad muy conocidas, y aunque es improbable conseguir crear una que se meta en esa lista, como compositor me parece un material interesante. Mi esposa llevaba años pidiéndomelo, y también me lo sugirió Robbie Williams, cuyo disco del año pasado (‘The Christmas present’) fue muy inspirador para mí. Escribí estos temas en la primera fase del confinamiento y resultó reconfortante, con toda aquella confusión y ansiedad. Llevábamos a las niñas al colegio por la mañana y, por la tarde, en lugar de seguir esas noticias tan deprimentes, me sentaba al piano y hacía esas canciones.

¿Se planteó hacer un disco para elevar los ánimos?

No, más bien lo que quería era hacer un buen álbum. Me gustan mucho los discos de Navidad de Sufjan Stevens, donde el espíritu está ahí, pero también la tristeza que traen esas fechas y el misterio religioso. Esos discos no son distintos de los otros que ha hecho. Quise hacer algo elegante y cinematográfico, de un estilo muy específico, con ‘big band’ y orquesta, y con composiciones cuidadas y perfectamente construidas. Sí, elegante es la palabra. Como componer un musical de los años 50 o más atrás, como George Gershwin o Cole Porter.

¿Situándose mentalmente en aquellas épocas?

Solo en cierto grado: para mí, estos sonidos son atemporales. Cuando escucho a la orquesta de Count Basie, no me suena viejo, sino atemporal. No creo haber hecho algo ‘retro’.

"Pillé el coronavirus. He sentido confusión, miedo por mi familia. Esto nos recuerda que no tenemos ningún control sobre lo que la vida nos reserva"

Más allá de Sufjan Stevens, ¿cuáles son sus discos navideños de cabecera?

El de Ray Charles, el de Nat King Cole, el de Tony Bennett con la orquesta de Count Basie... También me encanta el de James Brown, el de Donny Hathaway...

En el texto promocional dice que su propósito fue crear una música que no fuera cínica. ¿Por qué lo dice?

La Navidad es un momento del año muy importante en nuestras vidas, en la civilización occidental, y abarca sentimientos de tristeza, de melancolía... Es una época de una gran riqueza emocional. ¿Tiene sentido lo que digo?

Seguramente. Pero los discos navideños suelen ser vistos como algo kitsch o cursi. ¿Ha tratado de combatir esos impulsos?

Intenté evitar lo cursi, y el cliché. Cuando te tomas la música en serio, si tienes una buena melodía, y tratas cuidadosamente de construir la canción usando la experiencia y la dedicación, seguramente podrás conseguirlo. He trabajado con un arreglista maravilloso que tiene como referentes a Count Basie, Duke Ellington, Quincy Jones y Nelson Riddle, y con los mejores músicos del país, y en el mejor estudio, con gente que siente un amor profundo hacia la música. Creo que, dejando de lado el cinismo, y prestando atención de verdad a la música, quizá se puede apreciar algo valioso ahí.

El desparpajo de ‘Hang your lights’ hace pensar en Louie Prima, a quien ya rindió homenaje en la gira del año pasado, cuando cantaba ‘Just a gigolo’ metiéndose entre el público.

¡Adoro a Louie Prima! Es la expresión definitiva de la suma de dominio musical y de un salvaje sentido del espectáculo. Esos son los ingredientes que trato de mezclar en mis conciertos. Lo hacía también Nina Simone: sus directos eran rompedores; tenía un gran magnetismo.

"En todas las facetas de la vida hay una sombra, también en la Navidad, una época en la que mucha gente se pone triste y melancólica. Nos recuerda lo rápido que pasa la vida, y los miembros de la familia que han quedado atrás"

Antes hablaba de la tristeza que también salpica a la Navidad, y el disco, después de la frondosidad orquestal y el swing, culmina con una pieza afligida, ‘Christmas caught me crying’.

Es la sombra del disco. En todas las facetas de la vida hay una sombra, también en la Navidad, que es una época en la que mucha gente se pone triste y melancólica. Nos recuerda lo rápido que pasa la vida, y los miembros de la familia que han quedado atrás. Para mí, hacer un álbum de Navidad auténtico y rico comportaba no ignorar esa tristeza. Habría sido un retrato mentiroso.

Después de ‘Taller’ (2019), que fue saludado como su disco más adulto, ¿este es un paso firme en esa dirección?

Odio utilizar la palabra ‘adulto’. Es más bien que tengo más experiencia y confianza como compositor. En los últimos cinco años, me he sentido eso, compositor, más que cualquier otra cosa. Este es el cambio de verdad que he experimentado. Me encanta adaptar canciones de otros, pero lo que más me motiva ahora es escribir, juntar músicas y letras lo mejor que pueda.

¿Cree que este disco abre un camino o es más bien una isla?

Es ya mi décimo álbum; con cada uno intento hacerlo mejor que en el anterior, y creo que aquí hay algunas de las mejores canciones que he escrito. El hecho de que sean sobre la Navidad es incluso irrelevante. Me siento orgulloso de la composición y de las interpretaciones, y no creo que sea una isla, sino una continuación.

¿Con qué estados de ánimo vive en esta era covid-19?

Con todos ellos: confusión, miedo... He pasado miedo por mi familia, por mis padres, por mis parientes de mayor edad. Pillé el coronavirus; sinceramente, no estuve muy mal, más allá de perder el gusto y el olfato durante un par de semanas. Todo esto es un ejercicio para nosotros y nos recuerda que no tenemos ningún control sobre lo que la vida nos reserva, y que ser flexibles es importante.

Tiene una gira programada para primavera. ¿Optimista?

Hay que serlo, es necesario. Echo de menos los conciertos, y salir al teatro, más que cualquier otra cosa. Pero, si tenemos que dar marcha atrás, deberemos ser flexibles.

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