ESTRENO

Crítica de 'Una obra maestra': placeres epidérmicos

Giuseppe Capotondi coloca a un puñado de actores carismáticos en un entorno impresionante

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Una obra maestra'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Una obra maestra'. / periodico

Nando Salvà

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Afilado romance adornado con referencias a la historia del arte y maneras de ‘film noir’, esta adaptación de una novela de Charles B. Willeford de 1971 -sobre un crítico artístico contratado por un rico coleccionista para descubrir la obra de un enigmático pintor- es mucho más interesante mientras se centra en mantener una atmósfera liviana y sensual que cuando, en su segunda mitad, adopta un tono más severo y deja de prestar atención a la química que comparten los actores Claes Bang y Elizabeth Debicki.  

El director Giuseppe Capotondi vehicula el relato a través de una serie de duelos verbales en los que se apuntan asuntos como las intenciones del artista y la idea de que, tanto en el arte como en el amor, resulta difícil diferenciar la honestidad del engaño. Entretanto, la película mantiene al espectador a contrapié, en parte porque sus personajes son hábiles a la hora de ocultar sus motivos y en parte porque la trama no siempre tiene sentido. Sea como sea, Capotondi parece menos interesado en ofrecer un ‘thriller’ eficaz que en colocar a un puñado de actores carismáticos en un entorno impresionante para contemplarlos mientras exhiben sofisticación física y verbal, y reflexionar así sobre cómo la erótica del poder se nutre de nuestra fascinación ‘voyeur’.