CULTURA EN CRISIS

Toni Albadalejo: "Luchar contra el covid es como hacerlo contra una pared"

El empresario y productor teatral lamenta la situación actual y prevé, como mínimo, un mes sin espectáculos presenciales

Toni Albadalejo, en la platea del Poliorama.

Toni Albadalejo, en la platea del Poliorama. / periodico

Marta Cervera

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El veterano empresario teatral afronta el parón de 15 días decretado por el Govern con preocupación y resignación. Ha tendio que aplazar el estreno de 'El mètode Grönholm' en el Poliorama. No había visto nada igual desde que empezó como mánager de compañías con Anexa en 1978. La realidad supera cualquier predicción. 

¿Qué le preocupa más de este segundo cierre de los teatros?

Venimos de un parón anterior que ya supuso un gran esfuerzo. Afrontamos este segundo parón con mucha preocupación, desconfianza. ¡Los productores de teatro necesitamos ilusión! Pero toda la información que estamos recibiendo estos días no ayuda.

¿Los 17,2 millones de ayudas extraordinarias son suficientes?

Solemos pensar mal de nuestros políticos y administraciones. Lo están haciendo lo mejor que pueden. ¿Estos 17,2 millones son ayudas para el mes de noviembre son insuficientes? Ya lo creo. No quiero compararme con Francia y Alemania donde les ayudan con un 75% de los resultados que puedan demostrar del año anterior. Nosotros, si llegamos a un 21% ya será un gran acierto.

Más allá del coste económico hay un coste anímico. Han invertido mucho en adaptarse a los protocolos de seguridad. ¿No ha servido para nada?

La cultura y los teatros son ahora los espacios más seguros que hay. Todas las estadísticas han evidenciado que somos el último lugar donde puedes contagiarse. Todas las medidas sanitarias están resultando de gran efectividad.

Haber declarado la cultura como bien esencial tampoco ha evitado el cierre.

Pero es importante que esté reconocida como tal. Es lo que nos ayudó, aunque durante pocos días, conseguir una prórroga de una hora cuando se estableció el confinamiento nocturno entre 10 de la noche y 6 de la mañana.

Empezó como mánager teatral de compañías independientes en la transición. ¿Es más complicado este panorama?

Tras la dictadura hubo cosas muy negativas pero estaban nuestras ganas, ilusión y esfuerzo por hacer un teatro nuevo, actual, del pueblo. Podías luchar con tus armas y el público te apoyaba. Entonces podías hacer cosas. Ahora, por mucha ilusión y ganas que le pongas no puedes hacer nada. Es como luchar contra una pared.

La ley impide abrir durante dos semanas pero hasta ahora los plazos anunciados siempre se han alargado.

Esta es una enorme preocupación para los teatros medianos y grandes. El día que se pueda volver a trabajar yo no puedo levantar la persiana y funcionar. Primero he de poner a la venta las entradas y necesito saber si el aforo será del 50 o del 70% , he de hacer publicidad y hacer ensayos. Estamos pidiendo a la Conselleria de Cultura que nos den más tiempo de reacción. Nosotros, por prudencia y por salud, todos pensamos en un mes mínimo.

A diferencia de lo ocurrido en marzo, ahora uno puede seguir preparando espectáculos. ¿Cómo lo valora?

No es bueno. Yo tenía que entrar el lunes a ensayar con 'El mètode Gronholm' pero no puedo estar ensayando en el teatro eternamente. He de parar y cuando suene la flauta de que vamos a empezar, pongamos el 1 de diciembre, cinco o diez días antes ya retomaré los ensayos. 

Trabajadores del sector cultural se han manifestado ya contra las medidas ante la sede de Cultura. 

Cada uno es libre de opinar y expresarse. Me imagino que la mayoría eran personas con dificultades para acceder a las ayudas. Los artistas y técnicos tienen una situación muy dura. Algunos han podido acogerse a Ertes pero muchos no.

Nadie tiene la fórmula mágica para enfrentarse al cóvid-19. ¿Qué nos queda?

Algo muy importante: el público. En el 2008 superamos la crisis económica mundial, en el 2012 el IVA cultural que un ministro iluminado puso al 21% y en el 2017, el 'procés', que provocó que las manifestaciones impidieron ir al teatro. Ahora ha llegado el covid-19, la tormenta perfecta. Si hasta ahora el público nos ha ayudado a superar cualquier crisis, esperemos seguir así si ven los teatros como espacios seguros y los espectáculos, como la mejor vacuna para mantenerse optimista y alegre. 

Francia, Alemania, Italia han suspendido la actividad cultural. Madrid, sin embargo, no. 

Madrid tiene los teatros abiertos al 75% del aforo pero no va nadie, a los privados al menos. Lo han vendido muy mal. La percepción del público de Madrid es muy catastrofista. En cambio, en Barcelona el público ha confiado en nosotros. Allí no hay ni musicales pero Barcelona repuso 'La jaula de las locas'. Y dos éxitos como 'El método Grönholm' y 'Burundanga' se empezaron a hacer y tuvieron que cerrar.

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