'Sentimental': brechas emocionales

Dejemos el género en comedia, aunque ‘Sentimental’ puede llegar a ser tan ácida en cuanto al retrato de las  relaciones de pareja como anteriores películas de Cesc Gay encuadradas mejor en el drama, caso de ‘En la ciudad’ o de ‘Ficción’.

La apuesta es sencilla: cuatro personajes y un único decorado. El filme traduce a la pantalla lo que Gay presentó antes en los escenarios teatrales, aunque la pieza entonces se tituló ‘Los vecinos de arriba’. Efectivamente, el drama arranca con la llegada de una pareja al piso de la pareja que vive debajo de ellos. Arranca, aunque antes ya se han puesto las cartas boca arriba: la discusión entre los personajes encarnados por Javier Cámara y Griselda Siciliani, previa a esa irrupción en su hábitat de los interpretados por Belén Cuesta y Alberto San Juan, es bastante desoladora. La vida en común tiene estas cosas. El tiempo lo destruye todo, como dijeron, de otra forma, Martin Amis en ‘La flecha del tiempo’ y Gaspar Noé en ‘Irreversible’. 

La disolución o ralentización del amor, el afecto, la compañía y la vida en común se expresa en el filme de Gay de forma más suave, delicada si se quiere, con giros irónicos y gags más forzados. De ahí, quizá, la reconversión del título. ‘Los vecinos de arriba’ pasa a llamarse ‘Sentimental’, una palabra con distintos significados a medida que avanza la noche y los cuatro protagonistas muestran sus dudas y limitaciones, tanto individuales como formando pareja. Gay no disimula el origen escénico de la propuesta, entre otras cosas porque escribió la pieza como si fuera un guion cinematográfico. No tendría sentido sacar a los cuatro protagonistas de ese escenario inalterable o introducir otros personajes. Es un filme de texto y de actuación. Una pieza de cámara, lo que tampoco la aleja tanto de otros trabajos del director de 'Truman'.