'El cerro de los dioses': pobre pero digna

¿Qué es la fama? Con esa pregunta comienza 'El cerro de los dioses', la ópera prima de Daniel M. Caneiro, una pequeñísima producción que se las ingenia con lo mínimo para sacar partido a un puñado de ideas con bastante solvencia, a pesar de que su aspecto no deje de ser tan cutre como un vídeo doméstico. 

El director recurre al socorrido género del found 'footage', ideal para tapar las carencias  de dinero, y compone una entretenida aventura de misterio en la que un grupo de documentalistas investiga la relación entre una festividad denominada 'La siega', en la localidad de Fuentelsaz, y el éxito de celebrities que nos llevan desde Isabel Coixet a José Corbacho, pasando por Raúl Arévalo. Todos se prestan a participar en esta simpática gamberrada en la que Itziar Castro ejercerá casi como maestra de ceremonias y en la que hay lugar para la metaficción irónica. 

Por el camino encontramos youtubers, rituales satánicos, alcaldes machirulos, monstruos ancestrales, casetes viejos, vídeos porno, desapariciones e interrogatorios de policía. Lo mejor, que nunca se toma en serio a sí misma, y que logra la distancia suficiente como para que el humor y la sátira terminen apoderándose de la función.