'Pink unicorns', cuerpo a cuerpo generacional

No es nada habitual ver a un padre, bailarín profesional, y a su hijo bailar en escena, y menos si el segundo es un adolescente. Ese enfentamiento entre dos personalidades y cuerpos tan diferentes es la base de 'Pink unicorns', una singular pieza que este jueves y viernes recala en el Mercat de les Flors. "El fondo de pantalla del teléfono móvil de mi hijo es un unicornio rosa. En mi época, siendo yo adolescente, el rosa lo mantenía lejos, de los unicornios ni había oído hablar y los teléfonos móviles no existían". Esta reflexión de Alexis Fernández 'Maca', coreógrafo y bailarín cubano de la compañía 'La Macana' ilustra el conflicto que retrata 'Pink unicorns', una pieza fresca y directa de danza-teatro llena de humor y ternura sobre todo aquello que une y separa a padres e hijos.

El compromiso adquirido Paulo Fernández que tenía 14  años cuando accedió a participar en este proyecto, estrenado en Alemania en el 2018. "Él enseguida se apuntó. La idea de pasar el verano en Alemania para montar la pieza le apetecía pero creo que se sorprendió de la cantidad de trabajo que significa hacer una obra de creación", explica Caterina Varela, directora y co-autora de 'Pink unicorns'. "Fue bonito que quisiera participar y todos hemos aprendido mucho con esta experiencia".

Fue un reto trabajar con un hijo adolescente para mostrar esa la tensión entre su visión del mundo de un joven y la de su progenitor que ahora tiene 45 años. La dramaturgia de la pieza juega con la palabra y el movimiento de dos cuerpos diferentes en una batalla muy física pero también dialéctica en un cuerpo a cuerpo que desvela las debilidades y fortalezas de cada uno. El atrevimiento del más joven contrasta con la sabiduría y experiencia del más mayor en esa eterna lucha entre generaciones a través de temas como la educación, los miedos, el cambio de roles y el amor. Temas concretos y universales trabajados con aportaciones de cada uno. "Aunque venimos de la danza, siempre entramos en la sala de ensayo con mucha libertad dispuestos a hacer lo que encaje mejor con la obra: si hay que cantar o hablar, se hace. No nos ponemos fronteras, las artes escénicas son artes vivas." 

Un linóleo blanco y unos hinchables multicolores que dan mucho juego sirven para plasmar con imaginación escenas reconocibles y familiares, así dudas existenciales y situaciones que resuenan en cualquier familia. La música sirve de punto de unión entre ambos mundos en ocasiones. El espectáculo cuenta con una 'play list' plagada de grandes éxitos donde hay desde música disco a Pink Floyd , Bruce Springsteen, Queen y Camilo Sexto. 

Nadie sabe si Paulo optará por seguir los pasos de su padre en la danza u optará por cualquier otro camino. "Eso es algo que ya decidirá", dice Varela satisfecha de lo mucho que han aprendido todos con este proyecto de danza en familia. Y reconoce que, desde su estreno hace dos años, la obra ha cambiado.  "Ahora ves en Paulo mayor madurez, algo que ya nos va bien", apunta la directora.