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Librería Finestres: silencio, aquí se lee

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Anna Abella

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Ahora la visión es la de una amalgama de cables, conducciones al aire, paredes, suelos y columnas sin revestir y obreros por doquier. Son dos locales, uno enfrente del otro, en pleno centro de Barcelona, en la calle de Diputació, números 249 y 250. Pero si la pandemia lo permite, en pocos meses, a finales de febrero el primero (de 600 metros cuadrados), y antes el verano el segundo (de 200), se convertirán en una nueva e innovadora librería, la Finestres, que alude a un aforismo del escritor Julien Green, "Un libro es una ventana por la que podemos evadirnos", y un nombre que, desde el minuto cero, su impulsor y fundador, el empresario farmacéutico Sergi Ferrer-Salat, tuvo claro. 

Además, comenta a pie de obra con la preceptiva mascarilla antivirus su equipo de confianza -Àurea Perelló, Mireya Valencia, Camila Enrich y los escritores Marina Espasa y Kiko Amat (ver más abajo sus perfiles)-, esa cita "alude a un lugar por donde entran nuevas maneras de ver la vida y nuevas realidades" y que será en paralelo un proyecto cultural que impulsará dos premios literarios y dos becas a la creación. 

En la Finestres, recalcan, "no habrá presentaciones de libros al uso", para desmarcarse de la ‘tiranía’ de las novedades y las modas, y sí clubs de lectura, lecturas en voz alta, vermuts musicales, comidas, cenas o copas con autores en formatos más o menos reducidos y primando actos con escritores que no tienen porqué tener un libro recién publicado, con voluntad de poner el foco en el fondo editorial más que en las novedades. "Queremos generar debate sobre temas vitales e ideas y ser un punto de encuentro", apunta Amat. 

Lectura en silencio

En un año han dado forma a un proyecto que nace de "la inquietud de Ferrer-Salat, que como lector apasionado echaba en falta un espacio para leer en silencio, con mucho libro de fondo y también en otras lenguas, además de, si se quiere, comprar libros". Por esa invitación a una lectura en silencio, señalan, no habrá hilo musical ni libro ni espacio infantil, pero sí juvenil, y desplegarán muchas butacas y puntos de luz. 

La previsión es disponer de 53.000 ejemplares en diversos idiomas: 40.000 en el local más grande, donde concentrarán la ficción y el pensamiento (narrativahumanidades, teatro, poesía, ciencia, historia…), y de 13.000 en el menor, centrado en las artes, el cine, la música, la moda… y con un espacio destacado para el cómic. Todo ello con una pequeña cafetería y una terraza al aire libre con sinergias con Monvínic Store, tienda de vinos al lado de la Finestres propiedad también de Ferrer-Salat. 

90.000 euros en premios y becas

El equipo, que ha trabajado tomando como modelo diversas librerías extranjeras, sobre todo inglesas, prefiere no concretar la inversión inicial realizada para el proyecto pero sí detallan que destinarán 90.000 euros a la creación de dos premios a obra publicada el año anterior, uno en catalán y otro en castellano (dotados cada uno con 25.000 euros), y a dos becas de 20.000 euros cada una para autores para la creación de obras de ensayo (una en catalán y otra en castellano), porque consideran que es importante hoy intentar "dar respuestas a un mundo progresivamente desconcertante".

Las bases de premios y becas pueden consultarse ya en la web de la librería, donde prevén contenidos como ‘podcast’, entrevistas, recomendaciones... 

Con todo este diferenciador planteamiento la Finestres desafiando la crisis al triángulo de oro de las librerías del centro de Barcelona, donde en un radio cercano se ubican locales como Ona (abierta justo tras el confinamiento e impulsada por el empresario Tatxo Benet -según los responsables de Finestres, "la coincidencia es  pura casualidad en el tiempo"), la Central de Mallorca, Laie, Casa del Llibre, Documenta o Alibri.  

Quién es quién en la librería Finestres:

Sergi Ferrer-Salat

Ingeniero químico, melómano, mecenas y rico empresario barcelonés que continuó el negocio farmacéutico de su padre, Carlos Ferrer-Salat, abrió el restaurante Monvínic, local donde ahora ubicará uno de los espacios de la librería Finestres, a un paso del Monvínic Store. Alzó además una bodega en el Priorat.

Kiko Amat

(Sant Boi de Llobregat, 1971). Autor de novelas como ‘Rompepistas’ y ‘Cosas que hacen BUM’ y de libros de no ficción como ‘Chap chap’, colabora en medios como EL PERIÓDICO, dirige el festival Primera Persona en el CCCB y es coguionista y coconductor del ‘podcast’ Psycholand.

Marina Espasa

(Barcelona, 1973). Autora de las novelas ‘La dona que es va perdre’ y ‘El dia del cérvol’, traductora y crítica literaria, ha sido comisaria, entre el 2016 y el 2019, del programa Barcelona Ciudad de la Literatura de la UNESCO del Ayuntamiento de la capital catalana.

Àurea Perelló

(Barcelona, 1979). Licenciada en Historia del Arte ha trabajado en librerías como Alibri, Bertrand y Casa del Libro y en proyectos vinculados al mundo del libro como la editorial Nórdica, Libelista y el Gremi de Llibreters de Catalunya.

Camila Enrich

(Barcelona, 1975) Lleva diez años trabajando de ‘scout’ literaria y una veintena vinculada al mundo de la edición. Tras estudiar Traducción e interpretación unas prácticas en Grup 62 cambiaron su rumbo profesional.

Mireya Valencia

L(Madrid, 1974). Librera licenciada en Historia Medieval y Teoría de la Literatura, ha trabajado en distribución y en la librería del Centre d’Art Santa Mònica, pero sobre todo en La Central.