SEGUNDA EDICiÖN

La Biennal del Pensament calienta motores para explicarse el futuro

Margaret Atwood y Mircea Cartarescu participarán en unas jornadas que intentan acercar la filosofía a la gente de la calle

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Elena Hevia

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Antes de que la pandemia llevara nuestras vidas al traste, la Biennal del Pensament ya había propuesto que sus  debates y reflexiones para esta edición fueran un instrumento para pensar el futuro.  Pero si en los tres primeros meses del año  tenía todo el sentido plantearse nuevos modelos para un mundo incierto, ahora inmersos en la crisis sanitaria que se ha prolongado sin solución de continuidad con la crisis financiera, que ha puesto en cuestión nuestras antiguas certezas,  lo tiene todavía más. Solo entendemos el futuro en clave distópica y las distopías, es sabido, no ofrecen la menor seguridad.

Los encuentros se celebrarán del 13 al 18 de octubre y en ellos escritores, filósofos, arquitectos, sociólogos, músicos y cineastas intentarán otear posibilidades a las preguntas que ahora nos estamos haciendo. Esta edición marcada por la covid  será, naturalmente, menos multitudinaria, que la primera, que supuso un impactante éxito de participantes  en el 2018 y no habrá como en aquella tanto invitado extranjero. Estarán, sin embargo, figuras como Margaret Atwood, célebre autora de la distópica ‘El cuento de la criada’, Mircea Cartarescu, Yan Lianke o José Luis Peixoto (todos ellos a través de videoconferencia).  Así como feministas como Donna Haraway (que ha estudido temas tan candentes como el posthumanismo o los estudios poscoloniales , la filósofa y novelista trans  Elizabeth Duval o los pensadores Marina Garcès,  Bruno Latour, Daniel Innerarity,  Javier Gomà o Ignacio Sánchez Cuenca. A los que habría que añadir a los arquitectos Haskim Sarkis, Elena Albareda o Izaskun Chinchilla y los activistas Sasha Constanza-Chock y Peter Frase.

“Hemos apostado por incluir al máximo posible de población por los grandes debates intelectuales, esos que hoy se están reflexionando sobre las formas de la democracia, la proliferación de ‘fake news’, el auge de los populismos , los retos tecnológicos, el futuro de las ciudades y también, cómo no, cómo nos va a cambiar la pandemia”, explica Joan Subirats, teniente de alcalde de de Cultura, Educación y ciencia del Ayuntamiento de Barcelona, organizador de los encuentros.

Al aire libre

El próximo viernes se abren las subscripciones, un total de 8.000 entradas gratuitas, en la web de la Biennal, donde podrán reservarse las localidades de las actividades que con las habituales medidas de seguridad se celebrarán en espacios abiertos. Así la Plaza Joan Coromines, el CCCB, la Model, Fabra i Coats, los Jardines de Agustí Centelles, Pla i Armengol  y el Centro Cívico Can Felipa serán sus principales escenarios, debidamente perimetrados y con aforos máximos de entre 400 y 800 personas.

Apunta Subirats algunos de los retos de de futuro que se plantearán en los encuentros:   Inquietudes fundamentales sobre ¿hasta qué punto el covid es un importante batacazo para nuestra forma de vida actual? O ¿Cómo nos replanteamos  las ciudades? Porque por una parte impiden la dispersión de la población, pero por otra, generan polución y superpoblación. ¿Los coches serán una anécdota de 100 años de vida en nuestra historia? ¿Somos los mayores los que con nuestros votos tenemos que decidir el futuro de los que hoy son menores? ¿Qué sentido tiene lo rural y lo urbano? ¿En el fondo (y ahora con el teletrabajo) no acabarán siendo lo mismo?

Otros lenguajes

La bienal también ejercerá de puente a la Setmana de Poesia, que tuvo que suspender sus sesiones la pasada primavera y las retomará ahora en octubre. La idea es que la música (con la presencia de Maria Barbal), la poesía (Enric Cassases) , el teatro (la compañía La Calòrica hará una representación con textos de Marina Garcès) sean también lenguajes alternativos para explicar el futuro. Cada día la bienal colgará en su web dos participaciones en streaming de los actos más significativos que se podrán visionar en cualquier momento.  “Los videos nos permiten conectaron en estos momentos tan complicados pero no nos interesa que la presencialidad sea el elemento central de los actos” , explica Subirats que se ha negado a asumir la derrota y por ello ha impulsado un mermado Festival Grec o las recientes fiestas de la Mercè a medio gas. “No hemos querido renunciar a la cultura, al debate y el pensamiento ni a la posibilidad de estar juntos y de discutir”.