FIESTAS DE LA MERCÈ

Una rica rumba para Xavi Turull en la Mercè

Un exuberante concierto rinde homenaje al percusionista, fallecido en enero a los 59 años, con la implicación de exmiembros de Ojos de Brujo e integrantes de Txarango, La Pegatina, Maruja Limón y D¿Callaos, así como Joan Garriga y Paula Domínguez

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Jordi Bianciotto

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El pasado 20 de enero, el cáncer se llevaba, a los 59 años, a Xavi Turull, el que fuera percusionista y miembro troncal de Ojos de Brujo, así como músico asociado a multitud de artistas (de Ketama a los Kejaleo de Diego Cortés, pasando por Estopa o Rosario) y líder de proyectos como Amalgama. Su huella en aquel mestizo ‘sonido Barcelona’ tramado en el cambio de siglo es profunda, como grande es la estela de estima que dejó en amigos y colaboradores, que este sábado le rindieron homenaje póstumo en el Park Güell, en el marco de la Mercè.

Noche de reencuentro, con una quincena de músicos que formaban parte del entorno de Turull, entre ellos varios excomponentes de Ojos de Brujo, grupo que se desmembró hace siete años. Este concierto por ahora único surgió del diálogo entre tres de sus históricos pilares, el guitarrista Ramón Giménez, Dj Panko y el batería Sergio Ramos, y ahí estuvieron, en la plaza del Güell, con Barcelona a sus pies, pilotando la noche desde la primera canción, ‘Debajo una piedra’, rescatada de primer álbum de Ojos, ‘Vengue’ (1999).

La nueva generación

Tiempo para rememorar los logros del grupo en la fusión de un flamenco crudo y de las palmas rumberas con el riego electrónico y la rima urbana. Y ese ‘groove’ con punto de anclaje en el bajo eléctrico, que manejó la hija de Xavi Turull, Sandra. En uno de los temas, ‘Pa la tierra’, la relevó el titular original de Ojos, Juanlu, embarcado desde hace años en la aventura de Calima. El material de aquel primer disco y de su relevo, ‘Barí’ (2002), dominó el repertorio, con cuñas como ‘Cielo azul’, de Lenacay, con la guitarra de El Rubio y doble ración de baquetas vía Txarango.

Ambiente de fiesta entre amigos, brotes de jaleo compartido y escenas de compadreo sin cortar el ritmo, todo ello con el reencuentro de viejos integrantes de Ojos como subtexto, si bien, aunque la reunión fue amplia (ahí estuvo también el percusionista-cantante Max), a última hora faltó la sultana Marina. En la voz solista se relevaron intérpretes flamencas de calado como son Paula Domínguez y Maribel Martín, ‘La Canija’ (del grupo D’Callaos), y cómplices como ese otro histórico del mestizaje condal, Wagner Pa, que se puso ‘flower power’ al referirse a la parada de músicos como “los mercenarios del amor”. Y Joan Garriga en ‘Na en la nevera’. Dj Panko, operando como conductor, recordó la personalidad de Xavi no solo como instrumentista sino también como arreglista, con soluciones que “solían ser bastante complejas”. Ilustrándolo, la marejada de ritmos, con cinco percusionistas en acción, en la pieza más asociada a sus artes, ‘Acción reacción repercusión’.

La ‘troupe’ de Maruja Limón dio el empuje y el descaro a las ‘Sultanas de mercadillo’, otro clásico ‘brujo’ (“pasa, pasa, tristeza, pasa…”), mientras el público se calentaba por dentro y bailaba sentado. El ‘sonido Barcelona’ cruzó generaciones, como certificó Rubén, de La Pegatina, en un agitado ‘Vacileo’. Y la sombra de Xavi Turull las cubre todas. Lo subrayó la actriz Irene Montalà al describirlo como “un aventurero y un explorador musical” y una persona a cuyo lado “siempre podías aprender y crecer”.