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El Phenomena celebra los 90 años de Sean Connery con un ciclo muy completo

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Eduardo de Vicente

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Uno de los actores más respetados de la actualidad es el escocés Sean Connery. En sus inicios su calidad no fue demasiado reconocida y su figura se asociaba a la de un sex-symbol masculino, en la etapa en la que interpretaba a James Bond. Pero, con el tiempo, los directores fueron confiando en él ofreciéndole papeles más complejos y siempre salía victorioso. Ya en su madurez se ha convertido en un mito viviente, admirado y alabado por todos. Se retiró del cine en el 2003 tras La liga de los hombres extraordinarios dejando a sus espaldas una filmografía memorable repleta de grandes títulos. El mes pasado cumplió 90 años, excusa que han aprovechado en el Phenomena para dedicarle una completísima retrospectiva. Quienes echen a faltar sus películas como 007 también pueden recuperar alguna de ellas en otro ciclo que programa esta misma sala, Licence to Bond.

Monje, sultán y soldado

Esta noche puede verse El nombre de la rosa (1986, sábado 26), donde Connery se convirtió en el mítico Guillermo de Baskerville (una clara referencia a Sherlock Holmes) en la versión cinematográfica de la novela de Umberto Eco. Es un inteligente monje franciscano inglés que, en el siglo XIV, acude junto a su discípulo a un monasterio benedictino italiano para investigar una misteriosa muerte. Su llegada coincide con una sucesión de extraños fallecimientos que parecen apuntar hacia la biblioteca. Su ambientación de la cinta era casi pictórica, ya que se inspiraba en artistas de la época y, pese a los malos augurios respecto a la comparación con el texto literario, consiguió respetar el espíritu de la obra original.

El viento y el león (1975, lunes 28) fue el filme que abrió esta etapa de mayor madurez del actor, se encuadra en el cine de aventuras y transcurre en el Marruecos de principios del siglo XX. Es un sultán árabe que secuestra a una viuda norteamericana y a sus hijos para chantajear al presidente Roosevelt, lo que provoca un conflicto internacional. Destaca por su fotografía y la banda sonora de Jerry Goldsmith. Abrimos el mes de octubre con La colina de los hombres perdidos (1965, domingo 4), una película bélica en blanco y negro ambientada en la segunda guerra mundial y firmada por Sidney Lumet, con el que coincidiría en cuatro ocasiones más. Fue rodada en Almería y trata de un grupo de prisioneros británicos, recluidos en un campo de concentración en el norte de África, que sufren constantes vejaciones a instancias de un sádico sargento. Una de ellas consiste en hacerles subir en pleno sol a una colina cercana. La tensión se palpa en el ambiente hasta el fotograma final.

Varios personajes de rebelde

Robin y Marian (1976, sábado 10) era una ingeniosa relectura en clave crepuscular de los personajes de Robin Hood y su amada, lady Marian, interpretada por una madura Audrey Hepburn en una de sus últimas apariciones en la pantalla. Ahora ya no son jovencitos, sino unos cuarentones. La trama se centra en el regreso del aventurero a Inglaterra, tras combatir en Tierra Santa pero descubre que Juan sin Tierra ha tomado el poder. Tiene escenas de acción pero predomina el tono romántico. John Huston firmó El hombre que pudo reinar (1975, domingo 11) donde Connery se medía con Michael Caine. Es un espléndido relato de aventuras coloniales que adaptaba libremente una historia original de Rudyard Kipling, Cuenta las peripecias de dos soldados británicos que deciden abandonar el ejército y adentrarse en un lejano reino. Allí, los nativos los consideran unos dioses y deciden quedarse a vivir con ellos. El filme destaca por su tono desencantado, así como por la dirección artística de Alexander Trauner y la música de Maurice Jarre.

Otro de los aspectos por los que destaca el actor es por su preocupación por los temas sociales. Uno de los mejores ejemplos es Odio en las entrañas (1976, miércoles 14) que denuncia la explotación que sufrieron los inmigrantes irlandeses a finales del siglo XIX. La acción transcurre en unas minas de carbón de Pensilvania donde ha nacido una sociedad secreta, los Molly Maguires, que actúa de forma muy violenta en defensa de los trabajadores. Un detective se infiltra en dicha organización para desenmascarar a su líder. Fue un rotundo fracaso comercial pero le sirvió para entablar amistad que duraría muchos años con su rival en la pantalla, Richard Harris. El primer gran asalto al tren (1978, sábado 17) estaba dirigida por el escritor Michael Crichton (Jurassic Park) a partir de su propia novela. Es una entretenida cinta con mucho sentido del humor sobre un trío que planea, a mediados del siglo XIX, robar el tren que traslada en lingotes de oro la paga de los soldados británicos destinados en Crimea. Todo un divertimento.

Ciencia ficción, acción y espionaje

Atmósfera cero (1981, domingo 18) fue definida en su momento como una versión del wéstern Solo ante el peligro y algo de eso tiene. Connery es el sheriff que investiga una serie de muertes misteriosas en una estación de perforaciones mineras en Júpiter. Descubrirá los perversos secretos del director de la planta e intentará desenmascarar sus métodos, aunque no contará con demasiados apoyos. En La roca (1996, jueves 22) viajaremos al antiguo penal de Alcatraz. Allí, un general desequilibrado toma a unos turistas como rehenes y amenaza con lanzar un virus sobre la ciudad de San Francisco si el gobierno no reconoce los derechos de los militares. Un experto en explosivos es emparejado con el único preso que consiguió escapar de la cárcel para que naden por debajo del agua hasta la isla y desmonten el perverso plan. Acción a raudales bajo la batuta de Michael Bay y producido por Jerry Bruckheimer, tándem especializado en filmes aparatosos, como Armageddon y Pearl Harbor.

Fue el primer rival cinematográfico del agente Jack Ryan (con el rostro de Alec Baldwin), creado por Tom Clancy, en La caza del octubre rojo (1990, sábado 24). Es una entretenida y muy tensa película de acción en la que interpreta al capitán de un submarino nuclear soviético que decide dirigir la nave hacia EEUU. La misión del analista de la CIA consiste en averiguar si está preparando un ataque o ha desertado. La firmó un experto en el género, John McTiernan (Jungla de cristal). Cerrará el ciclo otro de sus trabajos con Sidney Lumet, La ofensa (1973, domingo 25), un drama sobre un agente harto de contemplar todo tipo de crueldades. Su relación con un acusado de asesinato le hará descubrir su atracción por la violencia. Una película de presupuesto ajustado que se estrelló en taquilla pero que, con el tiempo, se ha convertido en un filme de culto. Poco más de un mes para celebrar los 90 años de Connery, que no se llama Bond, sino Sean.