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La Filmoteca repasa las películas favoritas del filósofo Eugenio Trías

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Eduardo de Vicente

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El filósofo Eugenio Trías fue y sigue siendo todo un referente del pensamiento del siglo XX aunque falleciera en el 2013. Sus ensayos sobre la condición humana sirvieron para reflexionar sobre los límites entre lo divino, lo sagrado y lo trascendente y estableció unas bases que han seguido muchos de sus discípulos. Pero también era un gran cinéfilo, ya que consideraba que era “el microcosmos de todas las artes” y detalló sus pasiones en el libro De cine. Aventuras y extravíos. Tomando como referencia este ejemplar, la Filmoteca le dedica desde hoy, un miniciclo compuesto por cuatro de sus cintas favoritas.

La pareja, según Stanley Kubrick

Para empezar podremos ver Eyes wide shut (1999, hoy y domingo 20), sobre la que escribió: “Una auténtica culminación, a la altura de las aventuras artísticas del cine más extraordinarias. Fue muy incomprendida cuando se estrenó, pero es seguramente la película más grande que se ha rodado sobre el sexo. Sobre la verdad de la sexualidad (masculina y femenina). Sobre la sexualidad dentro y fuera del matrimonio”. Fue la última película que dirigió Stanley Kubrick y era un polémico drama psicológico sobre la descomposición de una pareja para el que, prácticamente, secuestró al matrimonio Cruise-Kidman durante dos años en Gran Bretaña. Harvey Keitel y Jennifer Jason Leigh no tuvieron tanta paciencia y dejaron el proyecto.

La crisis de la pareja empieza cuando un día, la mujer reconoce al marido que estuvo cerca de serle infiel. Esta circunstancia provoca que él empiece a interesarse por mantener otras relaciones. Es absorbente, atmosférica, misteriosa y tenía una extraña fascinación que te impedía apartar los ojos de la pantalla. Nicole Kidman hizo una portentosa interpretación que no sirvió ni siquiera para que la Academia de Hollywood la nominara al Oscar pero tres años después se tomó la revancha consiguiendo la estatuilla por Las horas.

La relación vampírica entre dos mujeres

Persona (1965, viernes 18 y martes 22), uno de los filmes clave de Ingmar Bergman, es el segundo título escogido del filósofo, del que afirmaba: “El filme deja en el recuerdo los espléndidos cruces de primeros planos expresivos en posiciones acrobáticas, por delante, por detrás y de lado, de los dos rostros protagonistas. Así termina una de las grandes obras de su realizador y una de las mejores de las dos actrices protagonistas”.

Sus dos actrices de referencia, Bibi Andersson y Liv Ullmann, protagonizan este drama femenino centrado en la peculiar relación, casi vampírica, que se establece en un hospital situado en una isla entre una célebre actriz teatral que ha perdido la voz durante una representación de Electra, y la enfermera que la cuida, quien quiere conocerla a fondo y le cuenta todos sus secretos. El filme, en un blanco y negro casi espectral, marcó el inicio de la relación sentimental entre el director y Ullmann. Medio siglo después continúa teniendo una gran influencia en las siguientes generaciones como demuestran sus similitudes con, por ejemplo, ¿Quién te cantará?, de Carlos Vermut.

Un clásico de Tarkovski

Si buscamos una propuesta aún más compleja nos podemos ir a la Nostàlgia (1983, sábado 19 y jueves 24), del ruso Andrei Tarkovski. Para Trías era "el filme más sorprendente de una filmografía que abunda en argumentos originales. A medida que Tarkovski toma conciencia de su forma de hacer cine, más adelgaza los argumentos. Se puede hablar de reducción al absurdo de todo lo que sustenta el relato y la narración de sus filmes".

La trama gira alrededor de un escritor ruso que ha emprendido un viaje por Italia para investigar sobre la vida de un músico de su país que durante el siglo XVII emigró y se estableció allí. Durante el trayecto conocerá a un extraño personaje que, antes de suicidarse, le encomendará una tarea mística. Curiosamente, en el reparto figuraba uno de los actores fetiche de Bergman, Erland Josephson.

Un romance enfermizo

Para acabar otra de las películas favoritas del filósofo era Vertigo (1958, domingo 27 y martes 28). Y no es de extrañar porque intentar descifrar la extraña psique de Hitchcock, y más en un filme como este que habla de un romance enfermizo, tenía que ser una misión apasionante. Quizás por eso afirmaba que creía que “es la obra de arte más grande de Hitchcock: la que contiene más verdad, la que se abriga con un velo de Maya de belleza extraordinaria, la que accede al estatuto de gran poema trágico. Es, sobre todo, una historia de amor sobrecogedora, casi una confesión del realizador a su obra, a Galatea, a la matriz femenina de sus amores, al Ewig-Weibliche que nos atrae hacia ella".

Fue injustamente maltratada en su momento por la crítica norteamericana, aunque con el tiempo se ha convertido en un clásico imprescindible. Una gran película que ha ido ganando con los años y que ahora, más de 60 años después, sigue seduciendo a nuevos espectadores. James Stewart interpreta a un policía que padece vértigo y que, tras un suceso provocado por esta situación, decide abandonar el cuerpo. Un antiguo amigo le contrata para que siga a su mujer (Kim Novak) que se comporta de una manera muy extraña. A medida que va conociéndola, el detective se va enamorando de ella hasta convertir su amor en una obsesión. Un clásico entre los clásicos con unos impactantes títulos de crédito de Saul Bass, un elegante diseño de vestuario de la multioscarizada Edith Head y una romántica banda sonora del compositor Bernard Herrmann, que contribuyó al clímax de la cinta. Una vertiginosa manera de cerrar el homenaje a Eugenio Trías.