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'Open': una comedia de pareja para reirse desde el primer minuto

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Eduardo de Vicente

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Ante el panorama que estamos viviendo estos meses, si algo nos hace falta estos días es reír, la manera ideal de sacudirnos la tensión, olvidarnos de los problemas y pasar un rato divertido. Pocas obras consiguen arrancarnos una carcajada desde el minuto 1. Eso es algo que consigue, aparentemente casi sin esfuerzo, una divertida comedia que acaba de estrenarse en el Eixample Teatre. Se trata de <em>Open</em>, la última creación de los primos Olivé (Joan y Roc), autores de escape rooms teatrales para niños como <em>Escuela de magia</em> o <em>El misteri de Houdini</em>. Pero este espectáculo no es infantil, tiene dos rombos. La tercera colaboradora indispensable es la cantante y actriz Mònica Macfer, que compartirá el escenario con Joan. Ambos forman parte también del elenco de la nostálgica y muy recomendable <em>Como una canción de los 80</em>  y algunos días hacen doblete casi sin pausa. Deben acabar reventados…

Todavía no se ha abierto el telón y salen los dos actores a explicarnos lo que vamos a ver. Nos cuentan que la historia que nos contarán está basada en hechos reales y que son los más indicados para narrárnosla porque ellos también son pareja en la vida real. Interactúan con el público durante toda la función y se les da bastante bien improvisar, da la impresión de que es una obra en construcción que aún están afinando pero que nos les falta ingenio para enfrentarse a los espectadores sin red. Cuando nos muestran el escenario vemos que está ocupado, en el centro, por un sofá con sus cojines, una pantalla al fondo y, a ambos lados, unas sillas y una mesa y unos taburetes.

La curiosidad sexual de una pareja

Se trata de una pareja estable cuya curiosidad se despierta cuando escuchan, como cada fin de semana, a sus vecinos haciendo el amor escandalosamente y eso les hace reflexionar. Quizás sus vidas sexuales son muy monótonas y conviene hacer algún cambio. Cuando ella le dice la frase más temida por los hombres (“tenemos que hablar”), él se echa a temblar. Lo que le propone es que se conviertan en una pareja abierta, es decir, que tengan relaciones sexuales con otras personas pero sin llegar a enamorarse.

Pese a sus reticencias iniciales, el chico acaba aceptando y, para conocer a gente nueva, optan por abrirse ambos un perfil en Tinder. La pantalla del fondo servirá para que asistamos a la elección de las fotos que colgarán. El ramillete de individu@s que conocerán no tiene desperdicio y son personajes caricaturescos que levantan la carcajada del público (y la vergüenza de los protagonistas). La primera cita de ella es un niñato Youtuber obsesionado por seguir los consejos de sus followers unido a la cámara de su móvil como si fuera una parte más de su cuerpo.

Citas cada vez peores

Él no tiene mejor suerte y tropieza con una obsesionada por el coronavirus cubierta de protecciones por todas partes, a la que sigue una choni (La Vane) con una melena larga y un vestido de leopardo con la que queda en un cine y cuyo atuendo ya indica sus intenciones. El siguiente pretendiente es Guillermo, un pijo que presume de ganar 12.000 euros al mes aunque nunca ha dado un palo al agua que la invita a un restaurante caro.

El desfile de candidatos prosigue con Svetlana, una rusa algo mayor que el protagonista que va enfundada en un abrigo de piel y que esconde oscuras pretensiones, y Edu, un guaperas cachas obsesionado por el culto al cuerpo, a su propio cuerpo. Cada uno más desastroso que el otro. La última solución que les queda es penetrar (nunca mejor dicho) en el club de intercambio Open, momento en el que las conversaciones con el público serán las protagonistas antes de un desenlace musical.

Dos actores que disfrutan en el escenario

Tiene una apariencia sencilla y es que, en realidad, más allá de la eterna reflexión sobre los absurdos remedios al aburrimiento de compartir cada día con la misma pareja, lo único que pretenden es divertir al personal. Joan Olivé y Mònica Macfer son auténticos payasos (en el buen sentido de la palabra), disfrutan metiéndose en los personajes más ridículos y llevándolos al límite. La platea se da cuenta de lo bien que se lo pasan haciendo el indio y eso se traduce en una complicidad que deriva en carcajadas y en una selfie final con los actores. Open es una obra y un local en el que las parejas seguirán intercambiándose hasta que el público quiera… y, por ahora, a juzgar por su reacción, da la impresión de que seguirá abierto mucho tiempo.