DEBUT DE LA GANADORA DEL CONCURSO SONA 9

Maria Jaume: "Me conformo con gustar a la gente que respeto"

La cantautora mallorquina destapa su canción folk intimista en el álbum 'Fins a maig no revisc', que estrenará en el Mercat de Música Viva de Vic

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Jordi Bianciotto

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Como le ocurría a Brian Wilson, la mallorquina Maria Jaume oye en su cabeza “melodías o ruedas de armonías” que luego traslada al instrumento, la guitarra clásica, y convierte en canciones sensuales y mágicas como ‘Autonomia per principiants', la pieza que la dio a conocer hace unos meses. Ahora se ha matriculado en el conservatorio del Liceu, si bien no aspira a convertirse en una virtuosa. “Tan solo quisiera disponer de más recursos para encontrar las armonías adecuadas”, explica la veinteañera trovadora, que este viernes ha publicado un hermoso primer álbum de tonos ocres titulado ‘Fins a maig no revisc’.

Canciones de distancia corta, cubiertas por un halo de melancolía y que apelan al estado mental propio de la primavera, vivificante pero propenso al cambio imprevisto. Metáfora de su misma singladura en la música, en que “las cosas se suceden de un modo muy rápido”, reflexiona. En muy poco tiempo, Maria Jaume ha pasado de atreverse a mostrar sus canciones a los amigos a conquistar el concurso Sona 9 (la final fue en Luz de Gas) y grabar, con la producción de su admirado Pau Vallvé, un disco que presentará en el Mercat de Música Viva de Vic el 19 de septiembre, en uno de los conciertos presenciales de la muestra.

Canciones sobre “rollitos internos”

Cree que Vallvé “ha subido de nivel” sus canciones “sin transformarlas”, sacando lo mejor de sus giros melódicos ensoñadores, a juego con textos en los alude a “cosas personales, rollitos internos”, ríe, sin dar más pistas. No le va, apunta, lo de “contar las cosas tal cual” sino más bien dejar que el oyente “pueda interpretar las letras a su manera”. Y ve este primer álbum como “un experimento”.

La suya no es una vocación precoz: no hace más que tres años que comenzó a musicar textos propios, acaso un poco influida por cantautores pop como Bon Iver, Sufjan Stevens o el llorado Nick Drake. “Ahora, hacer canciones ya es una especie de necesidad”, aventura. “Las hago para desahogarme y por gusto”. Sabe que, visto el percal, es una afortunada, y no aspira a dominar el mundo, al menos este fin de semana. “Me conformo con gustar a la gente que respeto”.