77ª EDICIÓN

La Mostra de Venecia lanza su órdago a la pandemia

Los profundos cambios organizativos se reflejan en las estrictas medidas de seguridad, el menor número de películas y la presencia anecdótica de estrellas en la alfombra roja

Preparativos para la edición del 2020 de la Mostra de Venecia

Preparativos para la edición del 2020 de la Mostra de Venecia / periodico

Nando Salvà

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Sobre el papel existen pocos eventos cuya celebración resulte más desaconsejable en estos tiempos que un festival internacional de cine, pero eso no ha impedido que desde hoy y a lo largo de los próximos 12 días vaya a tener lugar la 77ª edición de la Mostra de Venecia. Sus responsables, eso sí, se juegan mucho. Después de todo, si las medidas que han planeado para mantener el virus alejado resultan no ser efectivas, su empeño en erigirse en artífices del primer gran certamen cinematográfico desde el estallido de la pandemia podría acabar provocando un descomunal supercontagio. Sea como sea, inevitablemente el miedo a la covid-19 será el gran protagonista de la muestra, tanto por los cambios organizativos que le ha impuesto como por los efectos que ha tenido en la selección de películas que la componen.


A grandes males...

La Mostra, dirigida por Alberto Barbera, está decidida a blindarse contra el virus. De entrada, todos aquellos visitantes del festival que lleguen desde fuera de la zona Schengen deberán hacerse una prueba PCR dentro de las 72 horas inmediatamente anteriores a la fecha de su viaje, y una vez en Venecia -siempre y cuando el resultado de la primera fuera negativo, se entiende- deberán hacerse otra. Las comprobaciones de la temperatura corporal serán constantes tanto en los accesos al área donde transcurre el festival, y el uso de las mascarillas será obligatorio incluso en el interior de las salas de cine.

La selección de películas es notablemente más reducida que en ediciones anteriores y, para cumplir con las normas de distanciamiento social, durante las proyecciones al menos de las butacas se mantendrán vacías; nadie que no haya reservado una localidad con antelación podrá acceder a ellas. Por primera vez, además, los aledaños de la alfombra roja serán de uso exclusivo para los fotógrafos; ni los curiosos ni los cazadores de autógrafos podrán acercarse a ella. También es cierto, por otra parte, que este año no habrá muchos autógrafos que cazar. 


Un desierto rojo

En la alfombra roja de este festival suele haber atascos; en 2019, sin ir más lejos, pasaron por ella Brad Pitt, Meryl Streep, Scarlett Johansson, Joaquin Phoenix, Penélope Cruz, Kristen Stewart y Johnny Depp, entre muchos otras celebridades. Obviamente, 2020 es diferente. En parte por las restricciones que el virus ha impuesto en los viajes internacionales y en parte por el miedo generalizado al contagio, la presencia de estrellas en el certamen será anecdótica. Por el mismo motivo, y pese a que en los últimos tiempos la Mostra se ha afianzado como el escenario perfecto para el estreno mundial de muchos de los títulos que acaban compitiendo por los Oscar -aquí vieron la luz 'Gravity', 'La forma del agua', 'Birdman', 'La La Land', 'Roma' y 'Joker'-, Hollywood no viaja a Venecia este año.

A cambio, la programación incluye a un puñado de autores procedentes del resto del mundo bien conocidos entre la cinefilia. El ruso Andrei Konchalovsky presentará 'Dear comrades', recreación de una matanza de obreros rusos sucedida en Novorcheskak en 1962; en 'Laila in Haifa', Amos Gitai se adentrará en una discoteca frecuentada por israelíes y palestinos, y el japonés Kiyoshi Kurosawa estrenará 'Wife of a spy', drama de época que combina romance y suspense. Por su parte, el italiano Gianfranco Rosi intentará ganar su segundo León de Oro -el primero lo obtuvo gracias a 'Sacro GRA' (2013)- con su nuevo documental, 'Notturno', rodado en Oriente Próximo y centrado en las vidas cotidianas de personas que han sufrido guerras civiles, dictaduras, interferencias imperialistas y el azote del terrorismo. Y, en 'The Duke' el británico Roger Michel recordará la peripecia del taxista que en 1961 robó un cuadro de Goya de la National Gallery londinense.


La hora de las mujeres

En el pasado, los responsables de la Mostra han sido blanco de las críticas a causa de su habitual desatención a la diversidad de género; únicamente dos directoras fueron invitadas a competir por el León de Oro el año pasado, y solo una en 2018. Este año, en cambio, ocho de las 18 películas a concurso han sido dirigidas por mujeres, y eso invita a ser entendido como una señal de progreso pero también admite una interpretación menos amable: tiene que suceder una pandemia para que, obligado por la escasez de películas disponibles, este festival se interese por el cine femenino. Sea como sea, es un bienvenido paso adelante. 

Entre las autoras a concurso destaca poderosamente la china Chloé Zhao, que hace tres años obtuvo un éxito inesperado gracias a 'The Rider' (2017) y cuyo nuevo trabajo, 'Nomadland', adapta el libro de no-ficción de Jessica Bruder sobre trabajadores de edad avanzada obligados a convertirse en nómadas para poder trabajar; la actriz  Frances McDormand es su productora y su protagonista. La lista asimismo incluye a la estadounidense Mona Fastvold, que en 'The world to come' viaja a la América rural del siglo XIX para explorar el romance entre las esposas de dos granjeros; a la italiana Susanna Nicchiarelli, cuya cuarta película, 'Miss Marx', retrata a la hija de Karl Marx; y a la bosnia Jasmila Zbanic, que en 'Quo vadis, Aida' recrea la masacre de Srebrenica de 1995. El protagonismo femenino no acaba ahí: la actriz Cate Blanchett será la encargada de presidir el jurado de la competición oficial, y el festival hará entrega de sendos premios honoríficos a la actriz Tilda Swinton y la directora Ann Hui.


Surtido documental

La no ficción suele tener presencia destacada en la muestra italiana, y en ese sentido la edición que hoy empieza no es distinta. La programación incluye tanto los nuevos trabajos de autores aclamados en el ámbito del documental como incursiones en el formato por parte de cineastas que han hecho carrera en la ficción. En el primer grupo destacan 'Crazy, not insane’, exploración de la psicología de los asesinos en serie a cargo del oscarizado Alex Gibney, y 'City Hall', la visita del gran Frederick Wiseman -para muchos, el mejor documentalista de la historia- a las instituciones gubernamentales de la ciudad de Boston; y el segundo incluye a autores de renombre como Luca Guadagnino, que en 'Salvatore - The shoemaker of dreams' recuerda la vida y la obra del diseñador Salvatore Ferragamo, y Abel Ferrara, de regreso en el festival con una suerte de autorretrato titulado 'Sportin life'. Destaquemos también en este apartado 'Hopper/Welles', que captura la conversación de dos horas que Orson Welles y Dennis Hopper mantuvieron en 1970.


Embajadores de excepción

Este año la presencia española en la Mostra es escasa -todos los años lo es- aunque francamente destacada. Pedro Almodóvar presentará el cortometraje 'La voz humana', basado en un monólogo escrito por Jean Cocteau en 1928 y protagonizado por Swinton, y por su parte Álex de la Iglesia estrenará en el certamen el primer episodio de la serie de terror que ha dirigido para HBO, '30 monedas'. Recordemos que ambos cineastas han protagonizado su propio paso triunfal por el certamen en el pasado; el manchego fue galardonado con un León de Oro honorífico hace tan solo un año, mientras que el bilbaíno obtuvo dos premios -Mejor Dirección y Mejor Guion- cuando compitió aquí con 'Balada triste de trompeta' (2010).

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