ENTREVISTA

Ladilla Rusa: "Nos gusta el humor con mala leche"

El dúo de Montcada i Reixac cierra el ciclo Sala Barcelona con su electropop alimentado de rumba y de "música de las periferias"

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Jordi Bianciotto

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Ladilla Rusa cierra este domingo el ciclo Sala Barcelona, en el castillo de Montjuïc, con las entradas agotadas desde hace semanas. Hablamos con los titulares del pintoresco tándem electropop, Víctor Fernández Clares y Tania Lozano.

¿Sus conciertos son terapias de choque para estos días tan antipáticos?

V. F. C. Al principio nos parecía raro hacer conciertos tan festivos en estas circunstancias, porque nosotros no podemos hacer otra cosa que no sea fiesta y diversión y despiporre. Pero vemos con sorpresa que la energía se mantiene, y las ganas de la gente de pasarlo bien.

T. L. Aunque ahora no podemos bajar al público a repartir pañuelos, ni hacer subir a un asistente a bailar una jota.

La gente hace grupos soñando con el escenario, pero Ladilla Rusa surgió inventando canciones.

V. F. C. Nunca imaginamos que haríamos un concierto.

T. L. Nos comenzaron a llamar para actuar y nuestro repertorio era de dos temas. El álbum surgió de eso, de la demanda.

Trabajaban de periodistas.

T. L. En televisión. Víctor en Betevé y yo, en 8TV. Somos amigos desde los 12 años, cuando estudiábamos la ESO, en el mismo instituto de Montcada i Reixac que La Pegatina. Nos gustaba inventarnos canciones sobre cualquier cosa, y la gente nos animaba: “tenéis que hacer algo juntos”. Salió un tema, ‘Bebo (de bar en peor)’, que se hizo viral, y luego ‘Macaulay Culkin’, y acabamos haciendo un disco muy loco, con canciones de todos los estilos posibles.

Pasan por la electrónica ritmos de rumba, jota...

V. F. C. El disco fue una aventura. Nos planteamos hacer cosas que no supiéramos hacer. Escribí a Lorena Álvarez para que nos ayudara en un tema, pero la cosa quedó en el aire. No sabíamos si una canción era una muñeira, o una jota...

T. L. Pero a raíz de ‘Kitt y los coches del pasado’ estamos definiendo más nuestro estilo.

Como periodistas, ¿diseñaron su plan para conquistar los medios?

V. F. C. Qué va, al contrario: nunca hemos hecho una campaña de comunicación, y ni siquiera hemos mandado notas de prensa.

En sus canciones se observan huellas variopintas, de Los Chichos a Astrud.

V. F. C. Los Chichos son nuestro referente clarísimo en las techno-rumbas. Y artistas de las periferias, como Tijeritas, Tonino... Y Astrud nos gusta mucho, y Chico y Chica.

T. L. Yo tuve mi época fan de Camela, y de The Strokes.

¿Movida madrileña?

V. F. C. También. Conocimos a Luis Miguélez y nos ofreció hacer una versión de McNamara. Me gusta mucho Carlos Berlanga, aunque estamos lejos de esas letras tan refinadas. Nosotros somos más llanos y directos. Nos gusta la mezcla de humor con mala leche.

Se advierten las ganas de encontrar estribillos que todavía no se hayan oído.

V. F. C. En eso nos sorprendemos a nosotros mismos. Desde el principio tuvimos claro que un ‘leitmotiv’ del grupo era conseguir estribillos que fueran muy distinguibles y que se pegaran. ¡Como las ladillas!

¿Creen que la música que se oye por ahí, en general, es aburridísima?

V. F. C. No, no, aunque me dan pereza los grupos que montan una canción a partir de la correlación de ideas sin sentido. Hay gente que sí se rompe el tarro, como Fernando Alfaro, David Rodríguez con La Estrella de David o Albert Pla. Qué genialidades.

¿Son un grupo para el circuito LGTBI?

V. F. C. Al principio yo pensaba que lo nuestro sería para un nicho de público muy concreto, ambiente gay, ‘underground’, pero nos hemos visto compartiendo escenario con Miqui Puig, con Josele Santiago, con Camela... Y con unos travestis en Sevilla.

T. L. En Albacete, el público era todo de parejas que podrían ser mis padres.

V. F. C. En nuestros conciertos hay un espíritu muy abierto y de mucho respeto. Vienen hasta ‘heavies’.

¿Piensan en su segundo álbum?

V. F. C. Claro, pero ahora todo va ralentizado. Nuestras canciones van muy ligadas a los videoclips, y ahora hacer coreografías es imposible. Pero Isabel Coixet nos ha dicho que quiere hacernos un video. ¡No es broma! Algo podremos hacer.

¿Y con quién les gustaría compartir una canción?

T. L. ¡Con Estopa! Soy muy fan de ellos, de todos sus discos. ¡Y mi madre también!