CRÍTICA DE CINE

'Abou Leila': el abrasador corazón de las tinieblas

El realizador Sidi-Boumédiène se revela como el hijo imposible nacido de la unión entre David Lynch y Michelangelo Antonioni

Tráiler de la película "ABOU LEILA"

Tráiler de la película "Abou Leila" / periodico

Nando Salvà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mientras acompaña a dos viejos amigos que emprenden un viaje por el desierto en busca de un terrorista, el primer largometraje de Amin Sidi-Boumédiène ofrece un demoledor retrato de la violencia física y existencial y la incomprensible locura asesina que azotaron Argelia en la década de los años 90, durante su sangrienta guerra civil. Para ello, el director prescinde de una narración al uso para centrarse en generar paranoia y convertir el Sahara en un espacio claustrofóbico, y como resultado 'Abou Leila' presenta una realidad alternativa de naturaleza esencialmente alegórica, en la que el corazón de la oscuridad se localiza bajo un sol abrasador, y en la que la distinción entre lo humano y lo bestial simplemente se pierde.

Mientras transita entre el thriller metafísico, la road movie alucinada y el western horripilante, Sidi-Boumédiène se revela como el hijo imposible nacido de la unión entre David Lynch y Michelangelo Antonioni. Con el primero comparte un imaginario que confunde sueños y realidad, y del segundo recupera los encuadres sublimes, la puesta en escena de cuerpos exhaustos y la capacidad de las imágenes de decir mucho más -en este caso, acerca del estado mental de dos hombres habituados a la amenaza y el terror constantes- que lo que cualquier diálogo podría lograr.