CRÍTICA DE MÚSICA

Kiko Veneno, rumba contra los 'días raros'

El músico agitó las Nits del Fòrum con un concierto a dos guitarras en el que presentó temas nuevos y revivió clásicos como `La leyenda del tiempo¿

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Jordi Bianciotto

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El pasado diciembre, Kiko Veneno pasaba con orgullo su ‘Sombrero roto’ ante el público de Apolo, a todo lujo, arropado por una banda de ocho músicos. Se diría que desde entonces no han pasado ocho meses, sino ocho años. Este sábado, en las Nits del Fòrum, no tocaba presentar un trabajo discográfico sino de acompañar este tiempo suspendido de la mejor manera que buenamente se pudiera. Que, tratándose de Veneno, no se iba a quedar corta.

Aunque tendría suficiente con su voz y su guitarra para defender las canciones con todo el crédito, contó con un cómplice despierto, Diego Pozo, ‘El Ratón’ (ex-Los Delinqüentes), para enriquecerla con sus toques y punteos ‘garrapateros’. Con él llevó adelante Veneno un bolo distinto, de libres contornos, tocado por guiños a la psicotrópica realidad desde la primera canción, la versión de ‘Memphis blues again’, de Bob Dylan, donde nos advirtió que “esto puede ser el fin” sin detener el gozo rumbero.

La gente que ayuda

Las canciones de ‘Sombrero roto’ han calado entre sus seguidores: la que le da título dio lugar a una escena de sentido canto colectivo, y la intimista ‘Obvio’ sugirió que unos versos a corazón abierto vestidos con acordes sencillos pueden detener el tiempo. Pero hubo material más fresco todavía en el Fòrum, un par de canciones creadas en confinamiento. La primera en sonar fue ‘Hay gente’, rumba serena que está dedicada al sector sanitario, si bien esa diferenciación que hace entre quienes “necesitan andar presumiendo permanentemente” y los otros, la “gente que sabe ayudar”, es aplicable a cualquier esfera de la vida.

La otra pieza de estreno fue ‘Días raros’, más oscura y destemplada, en la que se entrevé una disertación sobre las nuevas sensaciones que trajo la pandemia: los viajes mentales en el tiempo y el reconocimiento súbito de quien tenías al lado. “Tu vecino puede ser tu amigo / de pronto nos miramos sorprendidos”. Ahí contó Kiko con una joven aliada, la barcelonesa Kora, que dio con su voz un toque refrescante a ese relato tan volcado hacia adentro.

Kora, que participará en el disco que Veneno anda cocinando, ‘Hambre’, se quedó en el escenario en la siguiente canción, nada menos que ‘La leyenda del tiempo’, invocando viejos sueños de la mano de Lorca, Camarón y Pachón. A toda guitarra, como siguió el concierto, a través de ‘Respeto’ y ‘La vida es dulce’, hasta un tramo final en el que Kiko recordó que los hitos populares (‘Echo de menos’, ‘Joselito’, ‘Volando voy’) siguen siéndolo por muy raros que sean estos días.