CRÍTICA DE CINE

'La boda de Rosa': comprometerse a ser feliz

Candela Peña interpreta a una auténtica heroína cotidiana, una mujer se ha olvidado de sí misma para hacer feliz a sus seres queridos en el nuevo filme de Icíar Bollaín

Tráiler de la película "La boda de Rosa"

Tráiler de la película 'La boda de Rosa' / periodico

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Algunos de los personajes que ha construido Icíar Bollaín a lo largo de su carrera se encontraban sometidos y anulados. Otros, por el contrario, tenían la capacidad de transformar las cosas a su alrededor gracias a su valentía o su espíritu rebelde. En el personaje de Rosa confluyen estos dos caminos antagónicos a través de un proceso de transformación que nos llevará de la asfixia cotidiana de la protagonista, que vive pendiente de las necesidades de los demás, a una liberación personal a través del compromiso consigo misma.

La directora regresa a sus inicios, a las historias pequeñas cargadas de significado y le regala a Candela Peña uno de los personajes más bonitos del cine reciente: una auténtica heroína cotidiana, una mujer se ha olvidado de sí misma para hacer feliz a sus seres queridos y ahora necesita amarse y respetarse todos los días de su vida. Como en una boda, pero sin pareja.

A partir de que la protagonista apriete un botón imaginario para romper con todas sus ataduras, se producirá un auténtico terremoto a su alrededor y todos aquellos que la rodean se replantearán su vida y aceptarán por primera vez sus miserias y fracasos. También el espectador.

'La boda de Rosa' es una película sencilla y luminosa que habla de muchas cosas, de reconciliación, de lo poco que nos escuchamos de verdad los unos a los otros y de cómo nos dejamos arrastrar por la rapidez y la urgencia del tiempo en el que vivimos. Una película de reflexión y disfrute.